Haciendo pulseras para vender, Marisol, una pequeña de 5 años de edad, aprovechó el confinamiento por la pandemia y logró ponerle al mal tiempo buena cara.
Karla Sánchez, madre de la niña, dijo que la idea nació de su hija, quien empezó a hacer pulseras por diversión, pero un día, al ver el ejemplo de su padre -quien en sus ratos libres vende hotdogs-, decidió convertirse ella misma en comerciante.
Marisol, quien tiene una hermana menor, a su corta edad tiene grandes sueños, como el convertirse en médico o astronauta, pero mientras logra cumplirlos sigue el ejemplo de disciplina, esfuerzo y trabajo que le inculcan sus padres, Daniel Ramírez y Karla Sánchez.
“Primero empezó a venderle a la familia, luego se corrió la voz y le compraron sus amiguitos y vecinos”, apuntó su mamá, “su abuela, mi mamá, le regaló el material para hacer pulseras”.
Además, resaltó, la pequeña Marisol es una destacada estudiante del tercer año de kínder.
Por: El Imparcial
Source: Mexico