La promesa del presidente de Estados Unidos Donald Trump de acelerar la construcción de un “muro físico contiguo” a lo largo de la frontera con México se topa con la realidad de Washington: ¿quién va a pagarlo y cómo?
La Agencia AP informó que los contribuyentes estadunidenses pagarán la factura comenzando con el dinero existente en la cuenta del Departamento de Seguridad Nacional que equivaldría a un pequeño pago inicial. Después dependerá del Congreso controlado por el Partido Republicano encontrar los miles de millones de dólares más que se podrían necesitar recortando fondos de otros proyectos nacionales para financiar el muro.
LOS RECURSOS
En su decreto y en declaraciones anteriores Trump ha dicho que los recursos para el muro vendrían de:
Reducir el costo anual de créditos libres de impuestos que beneficia a inmigrantes indocumentados.
Decomisar las remesas que mandan mexicanos desde EU y que al año suman 24 mil millones de dólares.
Elevar los costos de las visas temporales, tarjetas para cruces fronterizos y las visas de trabajo a connacionales.
Incrementar los precios de los puertos de entrada a Estados Unidos procedentes de la República Mexicana.
Es cierto en que el Departamento de Seguridad Nacional hay una pequeña cantidad de dinero disponible ahora dedicada a “vallas de seguridad fronterizas infraestructura y tecnología” unos 100 millones de dólares según una estimación del Congreso. Esto permitiría comenzar los trabajos de inmediato.
SITUACIÓN EN LA ZONA FRONTERIZA
Longitud
3.142 km
Población
14 millones
Puestos Fronterizos
56
CRUCES DIARIOS
Personas
1 millón
Vehículos
300.000
Camiones
70.000
Por el momento gracias al gasto realizado a finales de la década de los 2000 el Congreso proporcionó unos 2.300 millones de dólares para construir 1052 kilómetros de vallas y bloqueos para vehículos. Pero Trump prometió un muro no solo una valla _ y esto no es una idea popular.
Cientos de kilómetros de la frontera son tan accidentados e inhóspitos que no tiene sentido ni intentar construir en ellos.
PROPIEDAD PRIVADA
Y en Texas casi la mayoría de las tierras de la frontera son propiedad privada. Cuando el expresidente George W. Bush intentó levantar vallas fronterizas a partir de 2006 enfrentó una férrea oposición de rancheros y granjeros locales muchos de los cuales llevaron al gobierno a los tribunales por sus planes para usar sus tierras.
En muchas áreas a lo largo del Río Grande la valla se construye en terreno estadunidense -hasta un kilómetro hacia el interior- para asegurar que la estructura no interfiera con el cauce del río o se construya sobre terreno sólido. El centro del canal marca la frontera y un tratado de 1970 con México requiere que las estructuras construidas en la zona no pueden interferir con el río.
Un popular campo de golf próximo al límite en Brownsville quedó separado del resto de la ciudad por la cerca y se vio obligado a cerrar en 2015.
FRONTERA SUR
En la frontera sur hay instalados aproximadamente 563 kilómetros (350 millas) de vallas para peatones y 482 más para vehículos que se levantaron en las zonas más sensibles a los pasos ilegales.
Las estimaciones de costos preparadas hace una década sufrieron ya amplias variaciones. Un análisis del Government Accountability Office de 2009 elevó los costos a 65 millones de dólares por kilómetro para vallas peatonales y 18 millones por km para barreras para autos. Una pared real de concreto o ladrillo sería más cara y difícil.
¿QUÉ SON LAS ÓRDENES EJECUTIVAS?
Las órdenes ejecutivas son un instrumento usado por los presidentes de EU para evadir el debate público y la posible oposición del Congreso a sus políticas de gobierno.
Se remontan a la época de su primer presidente George Washington que emitió ocho en total.
De acuerdo con algunos expertos legales tiene una considerable similitud con los decretos presidenciales de otros países.
A la fecha se han emitido más de trece mil numeradas, incluso la que en 1862 sirvió al presidente Abraham Lincoln para determinar la emancipación de los esclavos y las que en los 50 y 60 del siglo pasado usaron los presidentes Dwight Eisenhower, John Kennedy y Lyndon B. Johnson para finalizar la segregación racial.
Son órdenes que, según el popular diccionario legal de Farflex, están avaladas por la Constitución de Estados Unidos y por el Congreso, y que sin embargo “no requieren de la aprobación del Congreso” y son muy variadas.
“Para tener efecto de ley, las órdenes ejecutivas deben aparecer (publicadas) en el Federal Register, la publicación diaria de decretos y reglamentos (el equivalente al Diario Oficial de México) y usualmente sirven para imponer sanciones, determinar derechos legales, limitar la discrecionalidad de las dependencias y solicitar cumplimiento inmediato.
Según esta definición, la mayoría de ellas son emitidas por una autoridad reglamentaria específica del Congreso y tienen la fuerza y el efecto de una ley y habitualmente sirven para determinar derechos legales, limitar la discrecionalidad de las dependencias y para ser acatadas.
Las normas que son aprobadas para poder llevar a cabo estas órdenes ejecutivas tienen el estatus o la categoría de ley en tanto se relacionen, de manera razonable, con la autoridad reglamentaria.
Trump ha prometido en repetidas ocasiones que México pagará el muro aunque ni él ni sus aliados en el Congreso son capaces de articular cómo. El presidente de México fue claro al afirmar que su país no se hará cargo de la cuenta.