Extradición de Lozoya y captura de Duarte ponen en la mira a Peña Nieto

Con la captura del ex gobernador de Chihuahua César Duarte, en Miami, Florida, sobre quien pesaban 21 órdenes de aprehensión por delitos como peculado agravado y enriquecimiento ilícito, se abre un nuevo frente contra el ex mandatario Enrique Peña Nieto y contra el hombre más influyente de su sexenio, Luis Videgaray, quien llegó a ser considerado un “vicepresidente”.

Apenas el pasado 30 de junio, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció que Emilio Lozoya, ex director de Pemex acusado de recibir sobornos millonarios de la empresa brasileña Odebrecht, aceptó ser extraditado a México y cooperar con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

El otro Duarte -como se le conoce en la esfera política al ex gobernador de Chihuahua- junto con Emilio Lozoya, son dos personajes claves del sexenio de Peña Nieto, que de acuerdo con especialistas, es uno de los gobiernos más corruptos de los últimos tiempos. La captura y extradición a México de ambos personajes, podrían considerarse como dos knockouts propinados por el gobierno de la Cuarta Transformación contra la administración pasada.

César Horacio Duarte Jáquez, gobernó Chihuahua de 2010-2016 y fue una de las caras que Enrique Peña Nieto presumió como parte de la generación del “nuevo PRI”.

Durante su administración, dejó al estado en la bancarrota luego de perpetrar el desvío y disposición indebida de 1,200 millones de pesos, además de ser acusado de haber entregado recursos de la nómina del estado a varias campañas del PRI en 2015.

Aunado a esto, investigaciones periodísticas dieron a conocer los excesos ocurridos durante su mandato. Era afecto a las grandes fiestas y tenía departamentos de lujos y de ranchos con búfalos y otros animales exóticos.

No suficiente con eso, tuvo su propio banco. Y fue apoyado por el, en ese entonces, secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien autorizó que César Duarte fuera el accionista mayoritario del Banco Progreso de Chihuahua.

Junto con uno de sus secretarios de confianza, Jaime Herrera Corral, César Duarte creó un fideicomiso con el que aportaría al menos 65 millones de pesos para “salvar” las finanzas del Banco Unión Progreso en 2012, a través de acciones de Banorte con el que pretendían obtener el 15% de la ganancia con la operación del dinero.

En 2014, se detectaron 342 transferencias del gobierno del estado de Chihuahua hacia el Banco Unión Progreso, donde se contabilizaron al menos 80,000 millones de pesos en pagos que salieron desde la Secretaría de Hacienda.

Fue al inicio de la administración del actual gobernador Javier Corral, en 2016, que comenzó la investigación contra César Duarte, al denunciar que había un desfalco millonario a las arcas públicas.

En 2017 se emitió una orden de aprehensión contra el ex gobernador, tras detectar una deuda pública por 48 mil millones de pesos, un desfalco al erario de alrededor de 6,000 millones de pesos y el desvío de al menos 250 millones de pesos para campañas electorales del PRI en 2015, lo cual fue conocido como la “Operación Safiro” (con “s”) en el cual seis estados y una delegación del entonces Distrito Federal gobernados por el Revolucionario Institucional desviaron 650 millones de pesos a 12 empresas fantasmas ligadas con ese mismo partido político.

La “Operación Safiro” quedó al descubierto tras una investigación de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad y luego con la captura de Ricardo Yáñez, ex titular de la Secretaría de Educación de Chihuahua, se supieron más detalles.

Yáñez declaró ante el Ministerio Público que durante una reunión en la sede nacional del PRI, dirigentes de ese partido explicaron que no se tenía que preocupar por las empresas fantasmas pues “estaban blindadas por parte del SAT (apéndice de la SHCP encabezada por Luis Videgaray) y que además Chihuahua no era el único estado en que se había manejado el desvío de fondos, que también había ocurrido en otras entidades con una mecánica similar”. Yáñez Herrera fue sentenciado a sólo cuatro años de prisión por el delito de desvío de recursos.

El 25 de enero de 2019, la Comisión partidaria del PRI decidió expulsarlo de sus filas, pero fue hasta el 12 de junio de ese año que fue confirmado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Duarte Jáquez permaneció prófugo durante más de tres años hasta que este miércoles 8 de julio fue detenido por autoridades estadounidenses en el estado de Florida. Ahora procederá el proceso de extradición para ser juzgado en México.


Source: Mexico