Al cierre del 2024 la actividad industrial realizada en territorio mexicano cayó con fuerza y de forma generalizada, sellando un año en el que tuvo su comportamiento más débil desde el 2020.
En diciembre pasado registró un descenso de 1.4% en comparación con noviembre, lo que representó su mayor caída mensual desde la contracción de 2.3% de noviembre del 2023, de acuerdo con cifras dadas a conocer la mañana de este martes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).
La baja de diciembre fue extendida, es decir, contribuyeron a ella los cuatro pilares del indicador, lo cual no se observa con frecuencia.
En orden de magnitud, los tropiezos se vieron así: la construcción se retrajo 2.1%; los servicios de electricidad, gas y agua, 1.9%; la manufactura, 1.2%; y la minería, 1%; de acuerdo con las cifras del Indicador Mensual de Actividad Industrial (IMAI) del Inegi.
Esta debilidad no es nueva. En comparaciones interanuales, la actividad industrial ligó en diciembre cuatro meses en descenso, al caer 2.4 por ciento. En septiembre, octubre y noviembre las caídas fueron de 0.1%, 3.3% y 1.1 por ciento, respectivamente.
A lo largo del año, la minería ha sido el pilar más débil de la actividad industrial y solo en diciembre cayó 6.2%, ligando 19 meses de caídas anuales.
Sin embargo, por su peso en el indicador total, la construcción es la que más ha contribuido recientemente al debilitamiento de la industria, que se profundizó en la segunda mitad del 2024.
Durante el último mes del año la actividad constructiva se contrajo 7.1% interanual y sumó cinco meses a la baja, afectada por la fuerte caída de las obras de ingeniería civil.
Este último rubro, que es remolcado principalmente por la inversión pública, se desplomó 33.7%, reflejo de la baja súbita en el volumen de obra pública, que en el 2023 tuvo uno de sus mejores años gracias a obras como el Tren Maya, pero que en el 2024 se contrajo a medida que se fueron concluyendo los trabajos.
Justo debido a la difícil base de comparación, este último descenso resultó ser el mayor para la actividad constructiva desde el derrumbe de 38.8% que tuvo en noviembre de 1995.
En tanto, la manufactura, que es la columna vertebral de la actividad industrial del país, tuvo en diciembre retrocesos mensuales en 14 de las 21 ramas que la componen.
Los cinco mayores fueron los registrados en la fabricación de equipo de transporte(-6.4%), fabricación de muebles (-4.1%), productos metálicos (-2.3%), minerales no metálicos (-1.7%) y fabricación de prendas de vestir (-1.1 por ciento).
En términos anuales, el descenso del subíndice manufacturero de 0.3%, el séptimo (no consecutivo) observado en el 2024.
Datos acumulados
De enero a diciembre, la actividad industrial rescató una leve expansión de 0.2%, principalmente gracias a su desempeño en la primera mitad del año.
Se trata del comportamiento más débil para el indicador desde la contracción de 8.8% que se observó en el pandémico 2020.
También refleja una brusca desaceleración, pues en el 2023, el crecimiento fue de 3.4%, gracias al sólido crecimiento que tuvo ese año la actividad de la construcción.
Desde otra óptica, la actividad industrial tuvo un descenso promedio de 1.5% durante el último trimestre del año, cifra cercana al descenso de 1.2% de las actividades secundarias que estimó el Inegi el pasado 30 de enero en su Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto Trimestral.
En esta, dio cuenta de una contracción de 0.6% del PIB del país durante el último cuarto del año pasado.
“Hacia adelante, consideramos que la balanza de riesgo para la actividad industrial se mantiene sesgada a la baja, derivado de la combinación de factores que enfrenta el sector; considerando el reciente anuncio de aranceles del 25% de Estados Unidos sobre las todas las importaciones de acero y aluminio, incluidas las de México”, opinaron Janneth Quiroz y Rosa Rubio, economistas del Grupo Financiero Monex.
Source: Mexico