México defiende a la industria del tabaco, por eso hay apatía por el daño: ONG internacional

El país es uno de los más atrasados en la región para el cumplimiento de medidas antitabaco por intereses económicos, apuntó The Campaign for Tobacco-Free Kids, organización internacional que hace esfuerzos para reducir el consumo de tabaco en los países de ingresos bajos y medios del mundo. ¿Qué empresas tienen esta incidencia en México?

En México se estima que 60 mil personas mueren cada año por causas derivadas del consumo de tabaco, eso es alrededor de 170 por día y, pese a esto, hay 17.3 millones de personas que fuman.

Los intereses económicos se han aliado. El problema está en la Secretaría de Economía.

“El tabaco no se puede publicitar en lugares que los niños tengan acceso. Pero sabemos que eso se está violando y que se está haciendo publicidad en los puntos de venta. Eso está bastante documentado”, dijo a SinEmbargo Patricia Sosa, directora de los Programas para Latinoamérica de The Campaign for Tobacco Free Kids. “En la misma Ciudad de México, aun con la Ley que tiene de prohibir el cigarro en lugares públicos, tú ves más violaciones a esta Ley que en cualquier otra de las grandes ciudades de Latinoamérica”.

Organizaciones sociales libran batallas para que las autoridades apoyen políticas públicas que atiendan este problema. La semana ante pasada, por ejemplo, se presentaron en la Cámara de Diputados para acompañar el anuncio de la iniciativa de la Ley federal para espacios libres de humo, que hasta ahora sólo existe a nivel estatal en 11 entidades del país.

En esa instancia legislativa, diputados de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) avalaron el lunes pasado, con su mayoría de votos, la modificación a la Ley del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (LIEPS) que perdona en un 50 por ciento la cuota de bebidas azucaradas.

A decir de grupos de la sociedad civil, esta acción beneficia únicamente a la industria refresquera que con su cabildeo logró que los legisladores cedieran ante una estrategia que va en contra de las medidas de salud.

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En días pasados, durante el “Encuentro de Organizaciones Sociales a favor de la Salud Integral”, distintos grupos acusaron al Estado mexicano de estar ausente en las políticas de salud.

Para saber cuál es la situación de México en comparación con la región, SinEmbargo entrevistó a Patricia Sosa, directora de los Programas para Latinoamérica de The Campaign for Tobacco Free Kids, organización que hace esfuerzos para reducir el consumo de tabaco en los países de ingresos bajos y medios del mundo.

—Durante su disertación en el Encuentro explicaba que México es un país vulnerable por falta de políticas públicas. ¿En qué posición se encuentra México en relación con Latinoamérica en la implementación de políticas para el tabaco?

–Uno de los números que utilizamos usualmente para medir el avance en la región es el número de países que han adoptado leyes 100 por ciento libres de humo. En la región son 16 los países y México no está en esa lista. Así que ya sabemos que están Brasil, Argentina, Colombia, que serían los países más grandes de la región, eso es un ejemplo.
—¿De qué manera inciden estas leyes en el consumo?

–Nosotros vemos a las leyes de espacios libres de humo como algo muy importante porque crean un contexto social, donde se envía un mensaje muy fuerte de que fumar no es aceptable. Y de que debe primar la salud del no fumador.

— Además de la Ley para espacios libres de humo, ¿de qué otra forma miden los avances regionales?

–En materia de publicidad, ya que tienen restricciones parciales, pero México está detrás de otros siete países incluyendo Brasil y Colombia. Entonces, sabemos que las restricciones parciales son inefectivas. Por ejemplo, el tabaco no se puede publicitar en lugares que los niños tengan acceso. Pero sabemos que eso se está violando y que se está haciendo publicidad en los puntos de venta. Eso está bastante documentado.

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—¿Ha subido el consumo en México?

–Hay una data donde se está viendo que esto va en incremento, y se está viendo que esto no va bien. Estamos esperando una gráfica de GATS [siglas en inglés para la Encuesta Global de Tabaquismo en Adultos, un proyecto internacional para obtener datos sobre el consumo] y creemos que va demostrar algún tipo de aumento. Porque la publicidad es muy fuerte, y las políticas son muy débiles. En la misma Ciudad de México, aun con la Ley que tiene de prohibir el cigarro en lugares públicos, tú ves más violaciones a esta Ley que en cualquier otra de las grandes ciudades de Latinoamérica.

—La industria está en todos los países, ¿por qué en otros sitios han funcionado las políticas públicas para el control del tabaco y aquí no?

–Creo que, en parte, porque en otros lugares los intereses económicos se han aliado. Por ejemplo, en muchos países ya las organizaciones de restauranteros han caído en la cuenta de que prohibir fumar en sus restaurantes no sólo es bueno para el negocio, porque les va venir más gente, sino que también es bueno para el mantenimiento. Un local que no esté contaminado con nicotina lo puedes mantener mucho más fácil. Colombia es el mejor ejemplo de la colaboración de restauranteros: en esos lugares esa gente es parte del proceso. Tú vas ahora a Bogotá y allá no se fuma nada, y no se cumple porque el Gobierno sea fuerte, se cumple porque la asociación de restauranteros apoya. Yo aquí veo a los sectores muy indiferentes. Te diría una falta de seriedad, es lo que yo veo aquí, algo que no hay en los otros países.
— Cuando hablamos de la industria suena a un concepto general, que si bien seguro hacen un frente en la región, también tiene sus matices. ¿Qué empresas tienen esta incidencia?

–Aquí predomina Philip Morris International, que como tú sabes, Carlos Slim fue parte de la junta. Yo creo que controlaba un 20 por ciento del mercado. Y esta la BAT, British American Tobacco.

—Usted mencionó durante en el evento que la influencia de la industria ha permeado dentro de este Gobierno, ¿cómo?.

–Aquí déjame decirte dónde estamos atorados. El problema está en la Secretaría de Economía. Ellos han dejado que sea este ministerio el que tome las decisiones de políticas de tabaquismo, y en este momento si tú haces un análisis crudo de la posición de México ante las políticas de control del tabaco, ves que el Gobierno de Peña Nieto sin duda alguna está defendiendo las políticas de la industria. Esta administración no ha tomado ninguna posición fuerte para el control del tabaco y han tomado en cambio sí posiciones fuertes de apoyar a la industria en el Tratado Comercial del Pacífico (TPP). México y Japón fueron los únicos países que se opusieron a la exclusión del tabaco del capítulo de inversionistas. En Japón sí, el mercado del tabaco es grande, ¿pero México?, ¿por que México tiene que estar defendiendo los intereses de la industria tabacalera? Finalmente, se quedó fuera porque todos los demás países apoyaron la exclusión.
— Mientras Estados Unidos también apoyó la exclusión, la industria de ese país tiene sus propios intereses. El New York Times destapó el apoyo de las Cámaras Americanas del Comercio (Amcham por sus siglas en inglés) en contra de medidas antitabaco, podría ahondar sobre el rol que juegan en la región.

–Nosotros en eso hemos tenido mucho éxito, en exponer esa relación entre la Cámara de Comercio y la industria tabacalera. Acaba de salir un artículo la semana pasada en el New York Times, de esa relación. Era a la escondida. Nos dimos cuenta de que estaba pasando algo, los Amcham son parte de la misma red que la Cámara Americana de Comercio, aunque no sean parte del mismo capítulo. Es muy importante monitorear esa relación, que es muy cercana entre la Embajada americana y los Amchams. Entonces, por ahí se mete la industria, a ver si pueden conseguir apoyo a nivel del país. El argumento que más estaban utilizando es que si los países utilizaban leyes para el control del tabaco iban a ser sometidos a litigio de comercio. Y ellos no decían ‘somos el Gobierno americano’, pero más o menos creaban esa impresión.

Sin Embargo