‘Mula acuática’ y sumergibles: modalidades del narcotráfico marítimo más recurrentes

Con el propósito de diseñar estrategias efectivas contra el trasiego de drogas en el mar, en los últimos 18 meses se identificaron y sistematizaron 16 modalidades de transporte y diferentes técnicas de ocultamiento y métodos desembarco de droga más comunes entre los narcotraficantes transnacionales que van desde las llamadas mulas hasta los parásitos.

El trabajo a cargo del Centro Internacional de Investigación y Análisis contra Narcotráfico Marítimo (CMCON), coordinado por la Armada Nacional de Colombia, publicado como “Catálogo de modalidades de narcotráfico marítimo”, identifica 13 modalidades de trasiego móviles en 28 tipos diferentes de embarcaciones y tres modalidades estacionarias en seis sitios diferentes, además siete diferentes técnicas de ocultamiento y ocho métodos de extracción de la carga ilícita.

De acuerdo con el documento, en 13 modalidades móviles y tres estacionales se ubican las embarcaciones más comunes como buques de altobordo, embarcación de pesca, de recreo, lancha go fast, embarcación de transporte, tres tipos de semisumergibles y contenedores.

Aquí destacan tres modalidades: los sumergibles y semisumergibles que si bien entraron a la escena desde los años 90, especialmente por el narcotráfico colombiano, son los de más alto costo (casi 300 mil dólares) y los más recurrentes entre las actividades ilícitas porque en ellos, a pesar de su fabricación casera, se pueden transportar varias toneladas.

“El 19 de febrero 2020, la Armada de Colombia aseguró un semisumergible de fabricación casera con cuatro colombianos a bordo y cinco toneladas de cocaína. Seis meses después, en agosto 2020, la Armada y la Policía Nacional de Colombia aseguraron a 46 millas náuticas de Tumaco un semisumergible (LPV) con más de una tonelada de cocaína con destino a Jalisco”, ilustra el catálogo. Además de sus 18 metros de eslora este semisumergible cuenta con tres motores de 75 caballos de fuerza, tiene capacidad de carga hasta para ocho toneladas y navega entre 10 y 20 centímetros bajo el nivel del mar.

Otra modalidad, que demuestra la facilidad con la que el crimen organizado se adapta al avance tecnológico son los drones acuáticos que carecen de tripulación, poseen dispositivos para ser maniobrados y navegar de manera remota o autónoma; pueden ser de superficie o subacuáticos.

A pesar de que se usan para distancias relativamente cortas son de fácil adquisición, cuenta con aplicaciones de cartografía, reconocimiento y detección de objetos, capacidad de inmersión de 10 a 24 horas seguidas, transmisión de datos para la comunicación en superficie o en inmersión, evitan obstáculos, realizan rutas siguiendo puntos preestablecidos y tienen control satelital.

La “mula” acuática

La modalidad de nadador fue identificada el año pasado y se caracteriza por que el estupefaciente es transportado por un individuo. Normalmente se usa para distancias cortas sobre litorales o riberas. En esta modalidad se han presentado eventos en el Estrecho de Gibraltar, con personas que trafican hachís; en el Río Bravo hacia Estados Unidos.

El catálogo señala que el 23 de agosto 2020, autoridades marroquíes, en desarrollo de vigilancia y control en la localidad de Beliones en Marruecos, incautaron cinco kilogramos de hachís, los cuales eran transportados a nado por una persona de nacionalidad marroquí, que pretendía cruzar el estupefaciente hasta la ciudad de Ceuta, España.

Si bien las técnicas de ocultamiento utilizan cualquier superficie o recoveco de las embarcaciones, entre las más llamativas se encuentra la técnica “Parásito”. “Se emplea un dispositivo o aglomeración de una carga ilícita que puede ser adherida en el casco de cualquier tipo de embarcación o puede ser remolcada; igualmente, puede presentarse de manera estacionaria al ser hallado antes de ser ubicado en la embarcación. Se puede manifestar en cilindros, torpedos, tulas, tapas, imanes, entre otros”, señala el documento.

Añade que “cuando se hallan en el casco de las embarcaciones, se pueden manifestar en cilindros, cajas, imanes, tulas, tubos, que se adhieren sobre la superficie o elementos que se encuentran bajo la superficie de mar, como, por ejemplo, la quilla, la pala del timón y las cajas de mar. El método de contaminación o de extracción del cargamento para esta técnica, es a través de buzos, quienes incorporan las cargas ilícitas en las áreas anteriormente mencionadas”.

En junio de 2019, unidades de la Armada Nacional de Colombia aseguraron un dispositivo “parásito” con mil 663 toneladas de marihuana tipo Creepy, durante inspección subacuática a la embarcación “Huracán”, rememora el Catálogo.

Este dispositivo de 14 metros de largo por 1.5 metros de diámetro se encontraba junto a la embarcación en el área general de Bocas del Caucaya municipio Puerto Leguizamo en el departamento de Putumayo; se detectó colgado al costado derecho del casco de la embarcación y contaba con sistemas de inyección de aire y agua, que, por medio de válvulas, le permitía hundirse o flotar en el agua.

El CMCON es un centro de investigación fundado en 2015 por la Armada Nacional de Colombia con la participación de un investigador por cada uno de los siete países que la conforman: Ecuador, Perú, Honduras, Guatemala, México, República Dominicana, Colombia y próximamente Brasil, que reúne información relacionada con el narcotráfico vía marítima de 26 países y 50 instituciones.

Milenio


Source: Mexico