Norberto Rivera es TT por explicación sobre sexo anal

La Arquidiócesis Primada de México explicó a través de la editorial del semanario Desde la Fe, publicado el pasado domingo 17 de julio, las razones por las que se opone a la iniciativa del presidente, Enrique Peña Nieto, que busca extender la figura social del matrimonio a parejas conformadas por personas del mismo sexo.

Dichas, razones han causado polémica en Twitter y otras redes sociales debido a que no comparten la opinión expresada en dicha editorial, por lo que han criticado al Cardenal Norberto Rivera Carrera por escribir tales argumentos, ello pese a que la editorial no se encuentra firmada por el jerarca católico sino por la “redacción”de Desde la Fe.

Entre las razones esgrimidas, en la editorial de hace dos semanas, por la Arquidiócesis se indicó que el cuerpo humano del varón no es apto para ser sodomizado; toda vez que “el ano del hombre no está diseñado para recibir, sólo para expeler. Su membrana es delicada, se desgarra con facilidad y carece de protección contra agentes externos que pudieran infectarlo. El miembro que penetra el ano lo lastima severamente pudiendo causar sangrados e infecciones”.

Mientras que, “la mujer tiene una cavidad especialmente preparada para la relación sexual, que se lubrica para facilitar la penetración, resiste la fricción, segrega sustancias que protegen al cuerpo femenino de posibles infecciones presentes en el semen”, explicó.

Además, la Arquidiócesis citó información del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre VIH/SIDA publicado en 2013; en el que se indica que los hombres que mantienen relaciones sexuales con otros hombres representan el grupo poblacional que mayor número de contagios de enfermedades sexuales registran.

Agregó, que “Más del 50 por ciento de las personas con atracción al mismo sexo que sostienen relaciones sexuales contraerán algún tipo de enfermedad de transmisión sexual: VIH, herpes, papiloma humano, sífilis, gonorrea, etc.”

Por lo que, la Arquidiócesis hizo referencia al problema de salud pública que ello implica, toda vez que “una parte importantes de personas homosexuales reconoce tener adicción al sexo, e inclinación hacia un estilo de vida promiscuo”.

Finalmente, en la editorial recordó que “La Iglesia no odia a los homosexuales, los ama, y sufre si ellos sufren, por eso se opone el ‘matrimonio igualitario’, porque quienes participan en este tipo de unión tienen una altísima probabilidad de sufrir los daños enumerados anteriormente”.