En un emotivo conversatorio que sostuvieron los hermanos Rulfo con el escritor Benito Taibo, se mostró un trailer de la serie que consta de siete capítulos que abordan distintas facetas del escritor jalisciense.
Juan Carlos Rulfo explicó que el primer capítulo versa sobre la creación de El llano en llamas “desde la sopa de cultivo donde se desarrolla esta obra” que tiene lugar en el sur del estado de Jalisco. “Para mí lo que tenía mi padre es que veía y escuchaba mucho y esa era la base de todo”, dijo el director.
El trabajo de Juan Rulfo como fotógrafo se recoge en el tercer capítulo de la serie. A partir de una selección de imágenes tomadas por su padre, Juan Carlos Rulfo se trasladó a los lugares donde fueron generadas las tomas y realizó un ejercicio de imaginación. “Fui a buscar dónde fue tomada esa foto, puse la cámara e imaginé que él estuvo ahí. Fue un ejercicio muy emotivo”, comentó.
El cine es el tema del cuarto capítulo en el que se habla de las distintas formas de representar a México; y el quinto apartado de la serie trata el trabajo antropológico que realizó Juan Rulfo en el Instituto Nacional Indigenista y recupera al Rulfo viajero y conocedor de la geografía mexicana.
“Se metía por todos los caminos. Hacia mapas y esos mapas hicieron que llegara a lugares muy complejos, muy lejanos. Ese espíritu viajero le hizo conocer a la gente que lo contrató para ir a la Comisión del Papaloapan donde se construyó esa primera presa que fue el primer evento del modernismo mexicano, donde vemos el desplazamiento de comunidades indígenas para su construcción. Ahí estuvo Juan Rulfo”, comentó el documentalista Juan Carlos Rulfo.
Los distintos cuestionamientos en torno al Rulfo escritor y su percepción en el mundo son los temas del capítulo sexto de la serie; y el último es acerca del Centenario del escritor jalisciense.
Los hijos sostuvieron una conversación con Benito Taibo. Foto: UNAM
Durante la conversación, Juan Carlos y Pablo Rulfo recordaron la personalidad sobria y sencilla del escritor; sus silencios, que consideraron una herencia; su gusto por la música y la pasión por su trabajo en el Instituto Nacional Indigenista donde escribió más de 250 textos fundamentales para el estudio de la antropología mexicana.
Pablo se refirió a la herencia del silencio que les hizo su padre y a la ligereza que lo caracterizaba: “Andaba siempre ligero, comía ligero y vivía ligeramente. Era un ser sumamente discreto. Vivíamos y hablábamos en silencio y nos comunicábamos en silencio. La vista marcaba un ritmo, era importante mantener ese respeto y discreción que se nos hizo una costumbre”, recordó.
Sin Embargo
Source: Mexico