Los problemas que causa el humo del tabaco durante la infancia tienen consecuencias permanentes: aumenta en 20 por ciento la frecuencia de crisis de ataques asmáticos, duplica las probabilidades de padecer un infarto en la etapa adulta e incrementa el riesgo de padecer problemas cardiovasculares y cáncer, asegura el diputado Andrés Fernández del Valle Laisequilla (PVEM).
Explicó que los recién nacidos, lactantes y niños menores de dos años aún no tienen completamente desarrollado el aparato respiratorio ni el sistema inmunológico; por tanto, su organismo es incapaz de atenuar, al menos parcialmente, los daños de los agentes tóxicos presentes en el humo del cigarro.
Por tal motivo, presentó una iniciativa para modificar el artículo 50 de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, a fin de que las autoridades federales, estatales, municipales y del Distrito Federal establezcan medidas para procurar que las niñas, niños y adolescentes no sean expuestos, bajo ninguna circunstancia, a ambientes con humo de tabaco.
El legislador comentó que la población infantil es particularmente vulnerable al humo producido por la quema de dicha sustancia. Actualmente, cerca de 700 millones de niños alrededor del mundo respiran aire contaminado; además, 31 por ciento de las muertes atribuibles al tabaquismo corresponden a población infantil.
“La exposición de los infantes al humo del tabaco representa diferentes afectaciones para su salud como alto riesgo de desarrollar infecciones pulmonares, incremento del riesgo de morir por causa del llamado síndrome de muerte de cuna y de generar problemas del sistema inmunológico”, agregó.
El diputado del Verde Ecologista de México, señaló que no se debe permitir que los niños se conviertan en fumadores pasivos y la única protección eficaz radica en brindarles entornos totalmente exentos de humo de tabaco.
El documento, turnado a la Comisión de Derechos de la Niñez, señala que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce que existen pruebas científicas de que la exposición pre y postnatal al humo de tabaco genera condiciones adversas para la salud y el desarrollo de los niños.
Asimismo, la OMS refiere que el humo del tabaco contiene 4 mil productos químicos, de los cuales 250 son nocivos para la salud y 50 cancerígenos; además, diversos estudios alertan públicamente del riesgo que implica el humo ambiental de tabaco para los no fumadores.
Por todo lo anterior, Fernández del Valle consideró “necesario procurar el bienestar de la niñez, a través de garantizar su derecho a la salud; es el objetivo de la modificación propuestas a la ley”.