Los consultorios médicos privados dispararon el precio de sus servicios ante la incapacidad del sistema público para atender la creciente demanda, indicaron especialistas a EL UNIVERSAL.
Al monitorear las 55 principales ciudades en el país, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) encontró que el precio de las consultas médicas aumentó 6.1% durante abril. Se trata de la mayor alza en más de 21 años, concretamente desde enero de 2004, cuando también se incrementó 6.1%.
Estos servicios incorporan consultas con el médico general, especialista, para el control de peso, durante el embarazo y mediante el curandero, huesero y quiropráctico, detalla el instituto que encabeza Graciela Márquez.
Desde julio del año pasado, las consultas médicas suben más rápido que la inflación general, cuya tasa fue de 3.9% el mes pasado.
Destaca la consulta médica durante el embarazo, al elevarse 6.7%, indican los registros del Inegi.
Existen diversos factores que impulsan los precios de las consultas por arriba de la inflación y el principal tiene que ver con el debilitamiento del sistema público a lo largo de los últimos seis años, opinó Luis Fernando Hernández Lezama, presidente del Comité Técnico de Soy Paciente, asociación civil que promueve la concientización sobre la importancia de fortalecer el sector Salud.
Desde su punto de vista, el sistema público se debilitó por la desaparición del Seguro Popular, los ajustes que el gobierno ha tratado de llevar a cabo para evitar la corrupción en las compras consolidadas, la escasez de medicamentos y la pandemia de Covid-19, que aumentó la demanda de servicios.
“Todo esto ha modificado sustancialmente la forma en que más personas acuden al médico. La propia Secretaría de Salud indica que durante los últimos años hay un alza importante de personas que asisten a consultorios de farmacia y también existe un incremento en consultorios ligados a domicilios de personas que ponen sus pequeños consultorios en su casa. Una encuesta del Inegi apunta que hasta 64% de la gente prefiere acudir con médicos privados”, explicó en entrevista con El Gran Diario de México.
Las fuerzas del mercado
Luis Fernando Hernández Lezama, quien también fue secretario técnico adjunto del gabinete de salud en la Presidencia de la República entre 1984 y 1989, indicó que el sector responde a las leyes de la oferta y demanda.
“Es algo preocupante que la salud se vuelva un negocio. Por eso vemos que mientras haya mayor demanda de servicios, más aumentan los precios. Así, bajo la lógica del negocio y el descuido del sector público, vemos que los precios responden cada vez más a los precios internacionales de medicamentos y equipos médicos”, señaló.
Expuso que en la pandemia los productores dejaron de producir otros medicamentos, pues se concentraron en el Covid-19, y al bajar la oferta aumentaron los precios conforme la demanda de medicinas se elevó, y este es el mismo caso de los equipos adquiridos por médicos privados para sus consultas especializadas.
“Los médicos adquieren el equipo para trabajar, pero los costos de las consultas suben porque al final se transfiere el costo de la inversión a los clientes, y es que los hospitales privados han aumentado su tecnología y quieren rápidamente recuperar sus inversiones”, comentó el líder de Soy Paciente
En su opinión, el mercado se ha distorsionado a tal grado de que el concepto de turismo médico ha crecido y seguirá en ascenso si la situación no cambia.
Un negocio jugoso
La población no está haciendo presión, ni hay política suficiente para que el gobierno mejore el sistema de salud, ya que, con la dispersión de recursos públicos, la gente se atiende en consultorios privados, consideró el experto.
“Los recursos de los programas sociales se están destinando a gastos inmediatos, que tienen que ver normalmente con salud y alimentación. Esto hace que la respuesta de la gente no sea contundente para evitar que el sector público decaiga y que la rentabilidad de los privados crezca de 200% a 300%”, mencionó Hernández Lezama.
Advirtió que el problema llega cuando las personas deben enfrentar una cirugía, una intervención mayor, una tomografía o un tratamiento para una enfermedad crónico-degenerativa, pues los hospitales públicos carecen de medicamentos, personal y quirófanos equipados suficientes, y los servicios privados son muy costosos.
Hospitalización y medicinas
Los registros del Inegi muestran que los servicios de hospitalización general se encarecieron 6% en abril, mientras que el ingreso para recibir atención durante el trabajo de parto, parto y puerperio aumentó 6.2%, la mayor subida desde diciembre de 2023.
Entre los medicamentos que más incrementaron de precio se encuentran los destinados al tratamiento de la diabetes, al costar 7.5% más que hace un año; seguido de los antiinflamatorios, con un alza de 7.2%, y los anticonceptivos y hormonales, 6.7%.
Los resultados de la encuesta Tendencias Médicas Globales 2024″, elaborada por WTW, revelaron que México tuvo una inflación médica de 13.3% durante el año pasado.
“Los sistemas de salud pública se han visto desbordados por la gran demanda y los limitados recursos que hay disponibles, lo que obliga a depender de proveedores médicos privados”, destaca el documento de la consultora.
La inflación médica será de 14.9% durante 2025 debido al aumento de precios por las nuevas tecnologías y el incremento en medicamentos, según el sondeo de WTW.
Fuente: El Universal
Source: Mexico