Un testigo que pidió ser protegido en Estados Unidos, por miedo a represalias, reveló que un Gobernador de Coahuila era aliado de Los Zetas, y permitió la masacre que se llevó a cabo en Allende, en 2011, informó Vanguardia.
José “N”, el informante, aseguró que la policía participó en la masacre.
Por haberse convertido en informante, Los Zetas emprendieron una venganza en Allende, que dio como resultado la muerte de 10 de sus familiares cercanos y de decenas de personas más, reveló en una audiencia.