Violencia en la UNAM fue causada por la detención de un “dealer”

La detención de un presunto narcomenudista en las inmediaciones de Ciudad Universitaria detonó actos de violencia en el campus de la UNAM por parte de un grupo de encapuchados que pertenece al colectivo Okupa Che y quienes mantienen el control ilegal sobre el auditorio Justo Sierra, también conocido como Che Guevara, informó Excélsior.

La irrupción de oficinas, el ataque contra vigilantes, la quema de un vehículo y contenedores de basura para bloquear accesos a CU comenzaron ayer por la mañana, horas después de la captura de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, alias El Yorch, detención confirmada por la PGR.

De acuerdo con un comunicado de la UNAM, Esquivel Muñoz es “un individuo ajeno a la universidad”. En el mismo texto, la Máxima Casa de Estudios “demanda la desocupación del auditorio Justo Sierra, lugar donde los provocadores se refugian”.

La UNAM agregó que carece de una estructura que pueda repeler y atender de manera inmediata este tipo de agresiones y actos vandálicos, porque está “concebida y diseñada para cumplir con sus tareas sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura”.

Captura de dealer desata agresión a la UNAM

Bloquean acceso a CU con botes de basura y luego les prenden fuego; la institución presenta denuncia.
La mañana de ayer jueves, estudiantes, maestros y trabajadores de la UNAM volvieron a ser testigos de disturbios ocasionados por integrantes del colectivo Okupa Che, quienes efectuaron actos vandálicos en el circuito que está frente a la Facultad de Psicología rumbo a Insurgentes, luego de que horas antes detuvieran a un dealer en posesión de droga.

Los jóvenes, con rostros ocultos, incendiaron un vehículo de vigilancia de Ciudad Universitaria, causaron destrozos en la Oficina Central del Departamento de Vigilancia con bombas molotov y prendieron fuego en contenedores de basura de la universidad para utilizarlos como barricadas.

Todo ello fue para exigir la liberación de Jorge Emilio Esquivel Muñoz, El Yorch, quien fue detenido la noche del pasado miércoles sobre avenida Universidad, a unos diez metros de la Oficina de Vigilancia, conocida como Base Uno y que es ajeno a la institución.

Seis horas después de los hechos ocurridos dentro de Ciudad Universitaria, las autoridades de la institución informaron que ante los ataques presentaron una denuncia de hechos ante el Ministerio Público, contra quienes resulten responsables de la “agresión” y los “inadmisibles hechos”, derivados de la detención del joven que dice ser activista del Okupa Che y que a decir de una vendedora del pasillo que está frente a la Facultad de Filosofía es “un joven honesto que vende mixiotes” y no se dedica a la venta de droga.

Por los actos vandálicos, “la Universidad Nacional y la comunidad en su conjunto, demandan la desocupación del auditorio Justo Sierra, lugar donde los provocadores se refugian”, y que es más conocido como auditorio Che Guevara, el cual fue tomado desde septiembre de 2004 y en donde el colectivo referido realiza varias actividades, como venta de comida.

“Hechos como los ocurridos hoy hacen evidente la naturaleza violenta de su ocupación”, subrayó la máxima casa de estudios, además de enfatizar que los encapuchados bloquearon uno de los accesos vehiculares a la Ciudad Universitaria, mediante la colocación de contenedores de basura, a los que posteriormente prendieron fuego.

Relato de la UNAM

En el relato oficial de los hechos violentos, la Universidad Nacional aseguró que esos jóvenes irrumpieron en las oficinas de la Base Uno y golpearon a los vigilantes que se encontraban en esas instalaciones, ubicadas en avenida Universidad 3000.

Estas agresiones fueron confirmadas por trabajadores, quienes relataron a Excélsior que cada vez que ese grupo se siente amenazado o vulnerado acuden a esta oficina para agredirlos, por lo que no es la primera vez que ocurre.

Incluso dijeron que en otras ocasiones han logrado ingresar a la oficina para dejar destrozos y hasta robarse medicamento del consultorio que hay para el personal de vigilancia.

“Cerca de las 10 de la noche quisieron entrar y siempre nos han dicho que en esos casos, mejor nos vayamos, así que me salí y ya no pude checar mi tarjetón”, relató una de las empleadas que tiene turno nocturno.

Por su parte, la UNAM admitió que carece de una estructura que pueda repeler y atender de manera inmediata este tipo de agresiones y actos vandálicos, porque el equipo de vigilancia no es precisamente un cuerpo de seguridad porque ese no es su objetivo.

“Es una institución académica, concebida y diseñada para cumplir con sus tareas sustantivas de docencia, investigación y difusión de la cultura, que no cuenta con la estructura ni con un cuerpo de seguridad que le permita repeler este tipo de provocaciones. La gran fuerza de la Universidad Nacional está en su autoridad moral”, señaló.

La Universidad Nacional dijo que presentó la denuncia de hechos correspondiente ante la autoridad competente, contra quienes resulten responsables de la agresión.

Dijo que todas las actividades académicas en escuelas y facultades de la institución transcurrieron con normalidad.