El triunfo de Hillary Clinton en las elecciones del próximo martes no será positivo para México porque es muy probable que no lleve a cabo ninguna reforma migratoria que mejore las condiciones de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos, ha expresado que no está del todo de acuerdo con el Acuerdo de Asociación Transpacífico (ATP) y ha comentado que considera necesario revisar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), señalaron analistas de Banorte-Ixe.
En cambio, consideraron que si gana el candidato republicano Donald Trump no sería tan catastrófico para México, pues es probable que no culmine ni uno por ciento de las políticas que ha dicho que instrumentará, no porque sea perjudicial para México, sino porque serían muy negativas para Estados Unidos.
Hasta ahora la mayoría de los analistas financieros, incluido Banorte, dan mayores probabilidades de triunfo a Clinton y advierten sobre las consecuencias que tendría para México la victoria de Trump.
También coinciden en que la incertidumbre en los mercados financieros se acrecentó por el repunte que el candidato republicano ha tenido en las preferencias electorales, luego de que la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) anunció la semana pasada que reabriría la investigación referente a si Clinton hizo mal uso de material clasificado durante su ejercicio como secretaria de Estado.
Analistas de Scotiabank señalaron este fin de semana que la posibilidad de que gane Trump es lo suficientemente alta como para generar prominente preocupación en los mercados globales y, de darse, generaría elevada volatilidad y reacciones inmediatas y abruptas en el sector. Además, muy probablemente vendría acompañada de la revisión significativa del escenario macroeconómico de los próximos años.
De acuerdo con Bancomer, en un escenario de victoria para Trump, el tipo de cambio llegaría a 22 pesos por dólar, pero si gana Clinton, el peso se fortalecería entre 3.5 y 6 por ciento, con lo que se ubicaría en 17.9 a 18.4 pesos por dólar.
Sin embargo los especialistas de Banorte consideraron que, en el supuesto de que Trump gane, el peor momento para México (y tal vez para el mundo) se daría desde el día de la elección hasta el 20 de enero, pues en ese periodo Trump podría continuar emitiendo comentarios sobre las políticas irracionales que desea instrumentar, sin llevarlas a cabo, pero con la diferencia de que ahora sí tendrían gran potencial de materializarse. Esto llevaría a muchos empresarios y consumidores a posponer decisiones de inversión y de compra, particularmente de bienes duraderos, con lo que el impacto de las palabras del candidato tendrían efectos reales en la economía.
Esto puede restarle cerca de 0.3 puntos porcentuales al PIB de México de 2016, por lo que de acuerdo con nuestra estimación de crecimiento, este año la economía mexicana sólo crecería 1.7 por ciento.
La etapa que se inicia el 20 de enero –cuando Trump tomaría protesta como presidente, si gana– tendría efecto menos negativo para México que el periodo previo, pues es probable que no lleve a cabo las políticas que ha asegurado que instrumentará.
En cambio, consideraron que el triunfo demócrata no sería positivo para las relaciones económicas con México, pues además de las preocupaciones por sus posturas comerciales, Clinton también tendría que hacer caso a los sectores que han repudiado el TLCAN, como los trabajadores del sector manufacturero localizados en el famoso cinturón de óxido en Michigan, Wisconsin, Illinois y Ohio, entre otros estados.
Fuente: La jornada