embajada de Rusia en Siria fue blanco hoy de un doble ataque con explosivos, los cuales no causaron daños ni víctimas, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Moscú, según la Agencia EFE.
“Una de las minas, que por suerte no estalló, cayó en el patio interior del complejo administrativo de la legación diplomática. La segunda, en las inmediaciones de su territorio”, detalló el ministerio en un comunicado.
El segundo proyectil fue desactivado por ingenieros militares especialistas, agregó el reporte.
La cancillería rusa consideró los hechos una provocación para desbaratar el proceso de paz en el país árabe.
Denunció “una amenaza real a la embajada de Rusia y a sus funcionarios por parte de los grupos terroristas atrincherados en los suburbios de Damasco”.
“Los repetidos ataques contra la delegación diplomática rusa en Damasco deben ser condenados por todos los que se oponen realmente a las amenazas del terrorismo”, consideró la cancillería, en alusión a los países que respaldan a la oposición armada que se enfrenta al régimen del presidente sirio, Bashar al Assad.
El ataque contra la embajada, agrega la nota, “confirma la intención de los extremistas que se oponen a un arreglo pacífico en Siria de sembrar el terror y la violencia, y mantener una atmósfera de miedo entre los habitantes de la capital siria con sus cobardes ataques desde sus refugios secretos”.
Especialistas en desminado están trabajando en el lugar, añadió el texto.
El bombardeo a la sede diplomática ocurre apenas una semana después del asesinato del embajador ruso en Turquía, Andrei Karlov, a manos de un policía turco, en una aparente protesta contra la intervención militar rusa en Siria.
El presidente ruso, Vladimir Putin, consideró el asesinato como un intento de torpedear los acuerdos de paz sobre el conflicto sirio.
Al parecer los ataques podrían ser una represalia de los rebeldes por el apoyo militar de Rusia al régimen de Al Assad, una misión que comenzó en septiembre de 2015.