El fabricante de equipos alemán Bosch suministró en el 2007 a Volkswagen el dispositivo en el centro del escándalo de los motores trucados, aunque especificó al grupo automovilístico que eran de prueba y su instalación en los vehículos “ilegal”, indicó este domingo el diario alemán Bild.
Bosch, con sede en Gerlingen, habría proporcionado a Volkswagen este dispositivo “previsto únicamente para pruebas [internas]”, escribe en su edición dominical Bild, que cita un “documento explosivo” del 2007 procedente del fabricante de equipos.
Volkswagen había implantado ese año el dispositivo en motores diésel con el objetivo de trucar los resultados de las pruebas antipolución, señala el rotativo alemán.
En el documento, Bosch advertía entonces a Volkswagen de que su instalación en vehículos era “ilegal”, añade.
Un portavoz de Bosch, preguntado por Bild sobre la reacción de Volkswagen a estas advertencias, apeló a la “confidencialidad” en las relaciones comerciales con el constructor alemán.
Volkswagen reconoció esta semana que los motores diésel de unos 11 millones de vehículos en todo el mundo estaban equipados con un dispositivo destinado a modificar los resultados de las pruebas antipolución.
Este escándalo a nivel mundial le costó el miércoles el cargo a Martin Winterkon, presidente ejecutivo del grupo desde el 2007. Su sucesor es Matthias Müller, al frente desde el 2010 de Porsche, una de las doce marcas de Volkswagen.
El Financiero