Declara Ecuador estado de excepción por volcán Cotopaxi

El presidente ecuatoriano Rafael Correa decretó estado de excepción para hacer frente a la creciente actividad del volcán nevado Cotopaxi, que desde el viernes ha expulsado gigantescas nubes de ceniza que han afectado hasta la capital, informó la Agencia EFE.

Como parte de ese decreto se prohíbe también la difusión de información no autorizada por cualquier medio, ya sea público o privado o por redes sociales. “La ciudadanía sólo podrá informarse por los boletines oficiales que al respecto emita el Ministerio Coordinador de Seguridad”, se informó.

“Ese decreto me permite movilizar recursos financieros de cualquier sector, excepto de educación y salud, para atender la emergencia, movilizar recursos físicos, incluso privados”, dijo el presidente Rafael Correa en su tradicional cadena de radio y televisión de los sábados.

El viernes se registraron cinco explosiones de gases, vapor y ceniza que alcanzaron hasta ocho kilómetros por encima del cráter. Las nubes, llevadas por el viento, dejaron caer una lluvia de ceniza sobre poblaciones como Machachi.

Por ley, la medida de emergencia no podrá extenderse por más de 60 días.

A pesar de la situación, el coloso no ha entrado en erupción, de acuerdo con el diagnóstico del Instituto Geofísico.

El Cotopaxi es un cono nevado de 5 mil 897 metros de altura que se encuentra en los Andes centrales de Ecuador. Cerca se encuentran poblaciones como Latacunga, Salcedo y otras. Su última erupción se produjo en 1877.

El sábado se registraron nuevas explosiones y el descenso de nubes ardientes por el occidente del volcán.

Esto ocasionó que las autoridades ordenaran la evacuación preventiva de las poblaciones aledañas al volcán como Mulaló, Lasso, Pedregal y Santa Clara. En la tarde se levantó la orden de desalojo.

El ministro coordinador de Seguridad, César Navas, dijo que “fue una evacuación de carácter temporal y preventivo; tenía el objeto de poder desplazar a la población de posibles lugares que se podían afectar por lahares (flujos de lodo)”.