El avión ruso que se estrelló en Egipto el sábado no recibió un impacto del exterior, no tuvo problemas técnicos o humanos y tampoco hay evidencia de que se tratara de un atentado terrorista, aseguraron ayer diversas fuentes relacionadas con la investigación del accidente que causó la muerte de 224 personas.
Autoridades rusas dijeron el domingo que el avión se partió en el aire y sus restos cayeron a tierra en una superficie de 20 kilómetros cuadrados.
Una fuente del comité que analiza las cajas negras de la aeronave aseguró ayer que no se registró un impacto en el exterior y que el piloto tampoco realizó una llamada de auxilio antes de que el Airbus A321 desapareciera del radar.
La fuente basó sus comentarios en el análisis preliminar de las grabadoras recuperadas, y agregó que los investigadores egipcios, ayudados por expertos rusos y franceses, no han finalizado su análisis de las cajas negras.
Sin embargo, la aerolínea rusa Kogalymavia, que operaba el vuelo bajo la marca Metrojet, aseguró ayer que el accidente no pudo haber ocurrido por fallas técnicas o por un error humano.
La tragedia, que se produjo en la península del Sinaí, sólo pudo haber sido resultado de otra “acción técnica o física” que provocó que la nave se partiera en el aire y luego se desplomara, dijo Alexander Smirnov, subdirector de la aerolínea.
“El avión estaba en excelentes condiciones”, dijo Smirnov en Moscú. “Descartamos una falla técnica o cualquier error de la tripulación”, indicó.
Las declaraciones de Smirnov fueron cuestionadas por expertos en aviación que dudan si la aerolínea podía tener suficiente información en las instancias preliminares de la investigación sin un estudio completo de las cajas negras.
Sin pruebas de terrorismo
Tras el accidente, un grupo extremista afiliado al Estado Islámico en Egipto dijo en un comunicado que había derribado el avión “en respuesta a los ataques aéreos rusos que mataron a cientos de musulmanes en territorio sirio”.
Sin embargo, el jefe de inteligencia de Estados Unidos, James Clapper, dijo ayer en Washington que no había “signos por el momento” de que un acto terrorista fuera el origen de la caída del avión ruso en el Sinaí.
Consideró además “improbable” que el grupo Estado Islámico cuente con los medios para derribar un avión comercial en vuelo, aunque precisó que no podía aún “excluir” esa posibilidad por completo.
Llegan a San Petersburgo los restos de 140 víctimas
Un avión con los cuerpos de 140 víctimas del accidente de un charter ruso en Egipto aterrizó en San Petersburgo en la madrugada de ayer.
Las autoridades rusas, que en un primer momento indicaron que el aparato de emergencia llevaba 144 víctimas, anunciaron la llegada de un segundo avión con más cuerpos que tenía previsto despegar de El Cairo ayer mismo.
El avión de la aerolínea rusa Kogalymavia, que operaba con el nombre de Metrojet y que iba de la ciudad turística egipcia de Sharm el-Sheij hacia San Petersburgo, se estrelló el sábado en el desierto egipcio del Sinaí con 224 personas a bordo.
Los cuerpos serían llevados a un crematorio para ser identificados.
Según los responsables de la búsqueda, hasta ahora se han recuperado 168 cuerpos de un total de 224 (217 pasajeros y siete miembros de la tripulación).