Un tribunal de París condenó el lunes a 150,000 euros de multa por “práctica comercial engañosa” a la filial francesa del gigante estadounidense Uber que proponía como actividad de coche compartido una oferta de particulares llamada UberPop.
El tribunal agravó la multa, pues en primera instancia Uber France fue condenado a 100,000 euros el pasado 16 de octubre.
En Francia, como en varios otros países europeos, la sociedad californiana Uber –cuya principal actividad siguen siendo los vehículos de transporte con chofer– debió renunciar a UberPop, su aplicación más popular, lanzada en febrero del 2014.
UberPop, un servicio que permite a particulares ejercer de taxistas en sus propios vehículos, sin formación especial ni licencia, fue suspendido en julio pasado por el gobierno francés.
UberPop estaba acusado de presentar su práctica comercial “como lícita cuando no lo era”. También estaba cuestionada por su comunicación en lo referente esta vez a las condiciones de seguro de los choferes y de los clientes transportados.
El Economista