Irak, bajo la sombra de democracia estadounidense

Opinión:

La oficina del presidente del Kurdistán iraquí emitió una declaración el 24 de junio informando sobre una reunión mantenida entre el presidente Masud Barzani y el embajador estadounidense en Bagdad, Stuart Jones, el consejero de EE.UU. en Erbil, Joseph Pennington y varios comandantes militares.

El comunicado reveló que el Pentágono tenía la intención de desplegar unidades estadounidenses, incluidas las de fuerzas de élite, en la región autónoma kurda. Medios de comunicación occidentales informaron que la tecnología militar, armas y equipos serían entregados a Kurdistán para ayudarle en la lucha contra los terroristas del grupo takfirí EIIL (Daesh, en árabe).

A primera vista, parece que se trata de una buena noticia, indica una cierta “aspiración” de Washington a fortalecer sus aliados en la región. Sin embargo, es curioso que las negociaciones sobre el despliegue de las fuerzas formadas por valientes “guerreros” de EE.UU., no se llevan a cabo con el Gobierno central, según lo previsto en el derecho internacional, sino con el Gobierno kurdo de Erbil. Muchos expertos extranjeros reconocen que tal decisión de la Casa Blanca es extraña y no cumple con los “protocolos” de la diplomacia internacional.

Por otra parte, Irak se encuentra en una situación donde uno casi no puede hablar de la diplomacia tradicional. Antes, el secretario de Defensa de EE.UU., se ​​quejó de que el Ejército oficial iraquí no estaba dispuesto a salirse de su rutina para combatir “EIIL”. Por cierto, esto no es sorprendente, ya que el Ejército iraquí no va a participar en una guerra para satisfacer a EE.UU. cuya intromisión ha llevado al país a la división.

Las conversaciones en Erbil confirman la idea de que Washington no va a fortalecer el Gobierno central de Irak y que le interesa que el país se divida a base de diferencias etno-religiosas. El intercambio de opiniones en la Comisión de Servicios Armados del Congreso probó esta idea cuando el secretario de Defensa, Ashton Carter, declaró que el Gobierno de Obama estaba dispuesto a aceptar la desintegración de Irak.

“Esta es una parte importante de nuestra estrategia ahora en esta zona. – Declaró el secretario de Defensa descaradamente – Si el Gobierno iraquí no puede hacer lo que se supone que debe hacer, nosotros esforzaremos para activar las fuerzas locales que están dispuestos a asociarse con nosotros para mantener la estabilidad de la zona que por entonces, no será un solo Estado de Irak”.
El premier Iraquí, Haidar al-Abadi y el presidente de EE.UU., Barack Obama.

La declaración sin escrúpulos de Carter subraya por un lado el peligro de la política intervencionista de los EE.UU. en Oriente Medio y por otro, los pretextos falsos que este utiliza para justificar sus acciones. No hace mucho tiempo, el Gobierno de Obama anunció que mantendrá sus operaciones militares en Irak con el pretexto de proteger los intereses del país contra “EIIL”. Por ejemplo, Obama en su encuentro con el primer ministro iraquí, Haider al-Abadi en la Casa Blanca, anunció que “el interés primordial de los Estados Unidos, junto con la derrota de EIIL es el respeto a la soberanía de Irak”. Unos meses más tarde, el Gobierno estadounidense dejó en claro que no le importa ni la soberanía de Irak, ni su existencia como el poderoso país que era en el pasado.

Muchos observadores argumentan, no sin razón, que el suministro directo de armas y transferencia de comandos estadounidenses a Kurdistán iraquí se asocian con planes de EE.UU. para volver a dibujar el mapa de Oriente Medio. Irak está dividido en tres partes: un estado kurdo con acceso al mar, una población de mayoría suní y un gobierno chií. “La política de los Estados Unidos, se basa en la derrota total del mundo árabe – dice el periódico iraní Keyhan – porque por más débil que vuelva a ser el Oriente Medio, más fácil será para Washington implementar sus políticas globales, no sólo en la región sino en todo el mundo.”

Por lo tanto, es posible sacar la conclusión de que a pesar de la reducción de su presupuesto militar y el fracaso de la “revolución de Shale”, Washington no se va a dejar el papel de “fuerza predominante” y “gendarme” del mundo. La famosa “democracia” estadounidense de la que tanto se habla se está aplicando mediante los bombardeos en todo el mundo. En este punto de la historia, podemos recordar la famosa frase del socio-político del siglo XIX, Alexis Tocqueville “La democracia es el imperio de la escoria.”

Respecto a las políticas que sigue EE.UU., es posible dejarse guiar por la opinión del importante columnista de “Foreign Policy”, Michael Knights: “El Oriente Medio podría enfrentarse al colapso de la estabilidad mediante choques sectarios y étnicos del país de 35 millones de personas que linda los Estados más importantes de la región y es uno de los mayores exportadores de petróleo del mundo”, escribe. “Cualquier otro país con la misma importancia y los mismos desafíos graves obtendría más apoyo de Estados Unidos” y concluye: “Washington no tiene el lujo de controlar a Irak como antes. EIIL ha avanzado mucho y tiene un plan. Washington también debería tenerlo.”

Sin embargo, la última declaración del conocido columnista no es del todo correcto. Washington tiene un plan para luchar en el Medio Oriente, pero su plan ha sido trazado para asegurar el dominio estadounidense. En este sentido, el Gobierno de Obama, condena el terrorismo con las palabras, pero de hecho, lo alienta y financia en todos los sentidos. De acuerdo con el ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Walid al-Mualem, Estados Unidos ha contribuido con mil millones de dólares a los terroristas de EIIL. Ahora, estos hombres están desplegados en las áreas de conflicto en Siria e Irak con las nuevas armas proporcionadas por EE.UU. en las manos. En una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, el jefe de la Diplomacia siria criticó esta política de doble rasero. La élite estadounidense exige una solución política para los conflictos en Oriente Medio, pero en realidad, asigna miles de millones de dólares para proporcionar armas a los terroristas de “EIIL”. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores de Siria, por ejemplo, más de 2000 militantes armados entraron al país desde las fronteras del sur tan sólo unos días antes y Estados Unidos ni siquiera oculta su apoyo a los terroristas.

No obstante, la política estadounidense en el Oriente Medio se está cambiando, al parecer, bajo la influencia de la creciente actividad iraní en apoyar al Gobierno de Haider al-Abadi en el territorio que aún controla. Las fuerzas iraquíes, asesoradas por consejeros iraníes, llevaron la peor parte para protegerse de EIIL en las zonas alrededor de Bagdad. Los esfuerzos de Teherán para salvar la soberanía del Gobierno iraquí fueron condenados por Carter y el Ejército estadounidense como “perniciosa influencia de Irán.”

William J. Astor escribió en “The Nation” que el mayor error en la política estadounidense, tanto exterior como interior, en particular en el Oriente Medio, es enfrentarse a todo como si se tratara de una guerra. Cuando el pensamiento militar es el que domina la situación siempre se opta por tomar armas y adoptar tácticas militares. Esto debilita el valor del diálogo, incluso antes de empezar. Tal razonamiento estadounidense le lleva a responder a las preguntas antes de que siquiera se las plantean, e invariablemente conduce a conflictos.

Lo único que se puede agregar aquí es que el Oriente Medio en general e Irak en particular, son lugares que solo existen en tiempos de guerra para la administración de Washington. EE.UU. ataca, gasta recursos del país, crea un desierto y luego lo abandona, esta es como suele establecer la paz. Y Por encima los líderes estadounidenses se sorprenden de que el problema sigue creciendo y cada vez más países se están desgarrando bajo la sombra de su “democracia” devoradora.

ymc

Escrito por: Viktor Mikhin

Viktor Mikhin, es miembro de la Academia de Ciencias Naturales, y columnista del sitio Web de New Eastern Outlook. Su especialidad es asuntos políticos especialmente lo relacionado con el terrorismo, el imperialismo y el Oriente Medio.

HispanTv