El lecho del río Pilcomayo, en el Chaco, una región paraguaya fronteriza con Argentina, se ha secado y se ha convertido en un cementerio para cientos de caimanes que murieron de hambre y sed, informa el diario ‘La Nación Costa Rica’ citando la agencia AFP.
Los animales agonizantes que todavía siguen con vida tratan de hundirse en el barro para evitar los ataques de los buitres que se les posan encima para picotearlos.
“Aquí hay una fauna riquísima y abundante. Los animales empiezan a morir de forma masiva, primero los peces, luego los carpinchos [capibaras] y los yacarés [caimanes]”, ha comentado la situación la directora del Fondo Mundial para la Naturaleza en Paraguay, Luz Aída Aquino.
RT Noticias