Hoy, las indocumentadas tienen una mayor participación política en Estados Unidos como resultado de un prolongado ánimo de reivindicación, expuso Claudia Villegas Delgado, profesora de Geografía en la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) de la UNAM.
Al impartir la conferencia Las mujeres mexicanas también ocupan Wall Street, en el Tercer Coloquio Internacional sobre el Programa Bracero, recordó que desde hace 20 años, al surgir otra fase neoliberal, los migrantes fueron exiliados y orillados casi a la indigencia. En este contexto surgieron las llamadas “bolsas de resistencia”, integradas por gente dispuesta a luchar por mejores condiciones de vida.
A 20 años del Tratado de Libre Comercio (TLC), México es considerado uno de los países más devastados por esta corriente económica. Para entender la situación actual de los desplazados, la ponente recopiló diversos testimonios de connacionales radicados en la ciudad de Nueva York, a partir de entrevistas realizadas durante las acampadas del Occupy Wall Street.
La crisis financiera de 2008, combinada con las dos décadas del TLC, potenció las injusticias y la desigualdad en ambos lados de la frontera, pero permitió poner bajo los reflectores a las mujeres sin papeles.
En esta serie de protestas hubo una presencia femenina heterogénea; ellas fungieron como un actor colectivo al demandar derechos para su género y, en especial, para las migrantes. Además, el movimiento Occupy Wall Street aglutinó, por primera vez, a la clase media estadounidense para clamar contra los efectos neoliberales.
Así, en el corazón de Nueva York comenzaron a verse letreros con consignas en castellano y los hispanos demandaron ser reconocidos como parte del 99 por ciento de la población que vive con carencias. De esta manera, el español fue esgrimido como un idioma representante de la lucha social.
Las inconformes aprovecharon estos actos para exigir públicamente un alto a la injustica laboral, al abuso sexual, a la corrupción del sistema y a la creciente xenofobia. “A estas marchas asistieron entre tres y cinco millones de personas, en su mayoría indocumentadas, y la participación mexicana fue relevante”, concluyó.
El encuentro fue organizado por el Instituto de Investigaciones Económicas, el Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad, la Universidad de La Laguna de España, y el Seminario Permanente de Estudios Chicanos y de Fronteras.