Cinco mil personas se han reunido en la ciudad alemana de Dresde (este) —donde han ocurrido numerosos incidentes contra los refugiados— para dar “la bienvenida” a los que llegan en busca de asilo, informó HispanTV.
“Díganlo alto y fuerte: los refugiados son bienvenidos aquí”, han coreado este sábado cerca de 5000 personas, según organizadores, y 1000, de acuerdo con la policía, en Dresde, la capital del estado de Sajonia.
También han portado pancartas con lemas como “Impedir hoy los pogromos de mañana”, tal como ha confirmado la AFP.
Los indignados, que han marchado en calma, han respondido a un llamado de la “Alianza Anti-Nazis”, organización que actúa contra la extrema derecha que lleva a cabo violentas protestas en contra de los refugiados.
Aún así, en la zona se habían desplegado numerosos efectivos antidisturbios dado los recientes y numerosos incidentes violentos que han ocurrido en la zona.
Este estado germano ha sido últimamente escenario de incidentes xenófobos, la semana pasada, ocurrieron enfrentamientos violentos en la ciudad de Heidenau, al sur de Dresde, donde policías y militantes de extrema derecha chocaron en frente de un centro de refugiados.
Tras críticas por no abordar el asunto de la xenofobia existente en el país, la canciller alemana, Angela Merkel, que visitó el miércoles por primera vez en diez años este mismo centro de refugiados, fue acompañada por abucheos de extrema derechistas, que gritaban calificativos como “¡traidora!”.
Dresde en particular es el lugar donde se inició el movimiento de los Patriotas Europeos Contra la Islamización de Occidente (PEGIDA), que promueve el odio contra los musulmanes. Esta agrupación convocó movilizaciones en diferentes ciudades de Alemania desde el pasado mes de octubre contra las cuales se han manifestado grupos antirracistas.
Alemania hace frente a una sin precedente llegada multitudinaria de refugiados, que según la Oficina federal encargada de estos asunto, se prevé que lleguen 800.000 demandantes de asilo en 2015.
El Ministerio del Interior alemán está preocupado por el creciente odio hacia los inmigrantes, que han dejado a refugiados y policías heridos además de provocar en los inmigrantes un adicional temor por sus vidas.
En mayo, el grupo pro derechos humanos Amnistía Internacional (AI) urgió al Gobierno alemán a tomar medidas para poner fin a estos ataques indiscriminatorios contra inmigrantes y exigió acabar con su inacción ante estos hechos.
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