El candidato presidencial republicano, Donald Trump, hizo ayer audaces promesas económicas basadas en un reatrincheramiento estadunidense, la revisión del Tratado de Libre Comercio con América del Norte (TLCAN) e insistió en la construcción de un muro que será pagado por México.
En su discurso, pronunciado ante el Club Económico de Nueva York, Trump prometió la creación de 25 millones de empleos en 10 años y un crecimiento del Producto Nacional Bruto de 3.5 a 4% anual.
Trump ofreció masivos recortes de impuestos, la eliminación de regulaciones que limiten a la industria de la energía y criticó a China porque, en sus palabras, “no juega limpio”, y la amenazó con tarifas compensatorias “si no cesa sus actividades ilegales, incluso su robo de secretos comerciales e intelectuales”.
“De acuerdo con la Comisión Internacional de Comercio de Estados Unidos, la mejor protección de la propiedad intelectual en China agregaría dos millones de empleos al año”, aseguró.
Trump criticó el déficit comercial estadunidense, que suma unos 800 mil millones de dólares anuales de los que 500 mil millones son con China, y apuntó insistentemente que no sólo renegociaría acuerdos comerciales, sino mantendría a Estados Unidos fuera de la propuesta Asociación Transpacífica (PTT) que busca el presidente Barack Obama.
Prometió la reducción general de impuestos, particularmente a negocios, que dijo pasaría de 35 a 10 o 15%, según su plan, llevaría al regreso de empleos que emigraron al exterior. “Vamos a detener el flujo de trabajos fuera del país y abrir una nueva supercarretera de empleos de regreso”.
Trump dijo que el costo del muro “es cacahuates” en comparación con el superávit comercial mexicano con Estados Unidos, y reiteró que “voy a renegociar nuestros desastrosos acuerdos comerciales, especialmente el TLCAN…”
Trump también se lanzó contra los migrantes indocumentados, asegurando que “son con frecuencia mejor tratados” que los veteranos de guerra.
“Voy a detener la migración ilegal y las drogas que se vierten sobre este país y envenenan totalmente a nuestra juventud y otros (…) Y sí, construiremos del muro. Y en caso que estén ustedes preocupados acerca de quién va a pagar, México va a hacerlo. Soy del todo serio en eso”, detalló.
El discurso, sin embargo, no fue escuchado por Terry J. Lundgren, presidente del club y de la cadena Macy’s. Esos establecimientos retiraron la línea de ropa de Trump luego de sus ataques a los inmigrantes en 2015.
Trump pareció evocar a veces el espíritu del presidente Ronald Reagan, que en los 80 ejecutó masivos recortes de impuestos con la tesis de que eso liberaría recursos para la inversión, aunque los resultados fueron más bien favorables para los sectores adinerados.
El discurso fue un resumen de las propuestas que ha presentado durante los últimos 45 días, desde la Convención Nacional Republicana en julio, pero fue presentada al tiempo que los sondeos lo favorecen.
Según una encuesta divulgada ayer por The New York Times y la cadena CBS, la demócrata Hillary Clinton tiene el apoyo de 46% de los votantes, por 44% para Trump, pero The Washington Post subrayó que los últimos sondeos apuntan que el republicano logró un nuevo impulso y se acerca a la demócrata, a la cabeza desde inicios de agosto.