Un terrorista suicida ha detonado una bomba este viernes durante una procesión de musulmanes chiíes en la aldea de Dakasoye, alrededor de 20 kilómetros al sur de Kano (noreste de Nigeria), según ha publicado AFP.
“Aún es temprano para conocer el número de víctimas, pero había multitud de personas”, declaró uno de los organizadores de la procesión.
Las autoridades no han ofrecido por el momento un balance oficial de muertos, y nadie ha reivindicado hasta ahora este nuevo ataque mortífero en el noreste de Nigeria.
Sin embargo, todos los indicios apuntan a la autoría del grupo fundamentalista islámico suní Boko Haram, que, según cifras de Amnistía Internacional (AI), ha asesinado desde junio a al menos 1.600 civiles en Nigeria y los países vecinos Camerún, Chad y Níger.
“Yo estaba en la procesión y el suicida se hizo estallar a unos 50 metros de mí. Pude contar al menos 20 cuerpos, entre ellos los de mujeres y niños”, dijo Sani Danlami, uno de los supervivientes. “Creo que podría haber más muertos, debido a la intensidad de la explosión”, agregó Danlami.
Boko Haram -que utiliza a menudo terroristas suicidas en lugares concurridos para perpetrar sus ataques- tiene su base de operaciones y su principal área de actuación en el noreste de Nigeria, de mayoría musulmana en un país dividido entre mahometanos y católicos.
Este grupo yihadista lucha contra el Gobierno nigeriano para instaurar un califato islámico en el noreste del país, en una campaña sangrienta que se ha cobrado la vida de más de 3.500 personas solo en 2015.
Las comunidades chiítas del norte de Nigeria ya han sido en otras ocasiones objetivo de Boko Haram. En noviembre del año pasado, decenas de personas murieron al inmolarse un hombre durante una ceremonia chií que se celebraba en la localidad de Potiskum.
RT Noticias/El Mundo