Del ícono del narcotráfico colombiano Pablo Escobar circulan diversos mitos y realidades, mismos que lo sitúan en distintos panoramas de la mafia pero que conllevan a una sola conclusión: el era, como le decían, El patrón.
Pablo Emilio Escobar Gaviria nació el 1 de diciembre de 1949 y según la versión oficial, fue abatido a tiros en diciembre de 1993.
Es considerado el fundador, máximo líder y jefe del Cartel de Medellín, además del grupo Los Extraditables, con el que llegó a ser el hombre con más poder de la mafia colombiana.
Fue, en su época, uno de los criminales más ricos y peligrosos, pues se estima que ‘ganó’ con su trabajo una estratósferica fortuna, además de que se le vincula con miles de asesinatos.
También se desempeñó como suplente en la Cámara de Representantes de Colombia para el Congreso de la República de ese país, por el departamento de Antioquia en 1982.
Juan Pablo Escobar, hijo de Pablo Escobar, contó en un libro de nombre ‘Pablo Escobar, mi padre’, la única y verdadera historia del famoso narco.
Así lo dio a conocer el Clarín, en una publicación en la que ahondó que Juan Pablo recorrió lugares en los que estuvo su progenitor, además de recordar experiencias vividas con él, para documentarse.
Asimismo, anotó que Juan Pablo acompañó al capo en el último año de su vida “lo pasé con él, me contó casi toda su vida, no teníamos mucho qué hacer más que hablar. Cuando estás escondido el tiempo no avanza, entonces hablas”.
También dejó claro que su padre no tenía “ningún tapujo ni pelos en la lengua para decirme: sí, yo maté a fulano”.
“No quisiera creer que fui insensible en ese sentido, sino que terminé agradeciendo que tuviera la entereza y hasta la desfachatez de reconocerme, a mí como hijo, todos sus hechos”, manifestó.
Fue esa franqueza la que le quedó a Juan Pablo grabada como aprendizaje, para aplicarla de la misma forma aunque de manera diferente, pues él es arquitecto.
Además, reveló datos de su madre, Victoria Henao Vallejo, “era una señora preparada para ser una buena mamá, una buena esposa y una buena diseñadora de interiores y le tocó hacerse cargo de unos hijos en unas condiciones extremas”.
La controversial publicación narra entre sus páginas la totalidad de los actos de Escobar, ocurridos gracias a la corrupción que dejaba alimentarse en ese entonces.
Respecto al amor hacia su padre, Juan Pablo ha sostenido que es “incondicional y eso no es negociable”.
Subrayó que lo acompañó a pesar de estar en contra de la violencia que su padre ejercía, y que jamás consideró traicionarlo “como sí hizo su propia madre y su hermano Roberto”.
De esta forma, está seguro que la familia por parte de su padre se alió con la DEA (Agencia Estadounidense Antidroga) y los Pepes (Perseguidos por Pablo Escobar).
“Si mi familia paterna ha seguido en Colombia como Pedro por su casa fue porque lo vendieron, lo entregaron”.
Finalmente, expuso que ha tenido que hacerse cargo de la responsabilidad moral de la totalidad de los crímenes de su padre, y que es muy importante perdonar, “es una herramienta muy poderosa porque es sanadora”.
Información de: El Gráfico