La policía de El Cajon, localidad cerca de San Diego, California, hizo público este viernes por la tarde un vídeo de la muerte a tiros por parte de un agente de un hombre afroamericano desarmado el pasado martes. Se trataba del tercer caso de este tipo conocido en el transcurso de una semana, una serie que ha vuelto a disparar la tensión racial en el país. El vídeo muestra el momento en el que Alfred Olango, de 38 años, muere por disparos de la policía tras simular una posición de disparo.
La versión de la policía es que recibieron una llamada sobre un hombre que parecía “mentalmente inestable” y caminaba entre el tráfico. Cuando acudieron al lugar, Olango no obedeció las órdenes de sacar las manos en los bolsillos y mantenerse quieto. Un agente le apuntó con una pistola de frente y otro con una pistola eléctrica desde un costado. En un momento dado, Olango hizo un gesto como si apuntara a los agentes. Los dos dispararon. Los agentes son Richard Gonsalves y Josh McDaniel, ambos con 21 años de experiencia. Se encuentran en suspensión de sus funciones.
Posteriormente, la policía informó de que Olango tenía en las manos un cigarrillo electrónico o vaporizador. En un primer momento, el departamento solo difundió la imagen de la víctima en una posición como si estuviera encañonando a los agentes, lo cual contribuyó a la indignación de la comunidad negra del sur de California. Desde un primer momento, la familia y los manifestantes han exigido la publicación de los vídeos del incidente.
El documento revelado hoy lo grabó un testigo con su teléfono móvil desde un coche y se lo entregó voluntariamente a los agentes, que lo han guardado dos días. La grabación incluye imágenes de una cámara de seguridad de un restaurante de comida rápida en el lugar de los hechos. Hasta ahora se conocía otro vídeo, de los momentos inmediatamente posteriores al homicidio, en el que una mujer que aseguraba ser hermana de Olango gritaba que este tenía problemas mentales y que ella había llamado a la policía para controlarlo. “¡Llamé para pedir ayuda y han matado a mi hermano!”, dice la mujer en el vídeo. En el nuevo vídeo se la oye gritar en el momento de los disparos.
Un equipo especializado de atención psiquiátrica recibió la llamada de emergencias y se dirigía al lugar, pero no llegó a tiempo, reveló el jefe de policía, Jeff Davis.
El incidente ha provocado protestas de la comunidad negra poco habituales en el sur de California. Durante dos noches, decenas de personas se han concentrado y cortado calles en la localidad. El jueves por la noche, los manifestantes detuvieron el tráfico y rompieron las ventanas de algunos vehículos.
Ese mismo día, la madre de Olango, Pamela Benge, había pedido que las manifestaciones fueran pacíficas. La familia, explicó, llegó a Estados Unidos procedente de Uganda hace 25 años huyendo de la violencia.