El portal Cadena Noticias publicó que un nuevo episodio de abuso de autoridad por parte de la policía ha desatado indignación en Estados Unidos luego de que cuatro agentes abatieran a tiros a un joven negro discapacitado.
Cuatro policías de Willmington, Delaware, son investigados por su participación en un tiroteo el pasado miércoles 23 de septiembre en el que murió el afroamericano Jeremy McDole, de 28 años.
De acuerdo con la información, los agentes habían arribado al lugar de los hechos tras recibir una llamada de emergencia que alertaba de un hombre que había tratado de dispararse a sí mismo en plena calle.
Pero el caso ha levantado polémica tras la difusión de un video, por parte de un testigo, en el que se aprecia la forma en que los oficiales balean a McDole, sentado en una silla de ruedas y aparentemente desarmado.
Según el jefe de la policía de Willmington, Bobby Cummings, uno de ellos lleva 15 años de servicio y el resto, alrededor de cinco.
Al día siguiente de los hechos, tanto Cummings como el alcalde Dennis Williams, lamentaron, en una rueda de prensa, “que el encuentro entre los agentes y el señor McDole acabara con la pérdida de la vida” de este último y se comprometieron a una “investigación exhaustiva y transparente”.
La madre de la víctima, Phyllis McDole, dijo a los medios que la muerte de su hijo había sido “injusta”.
Estaba paralizado de cintura para abajo en una silla de ruedas y que el video muestra que él no llevaba ningún arma”, declaró.
El tío de McDole, Eugene Smith, se encontraba entre las docenas de personas que se reunieron este jueves en el lugar de los hechos y calificó la muerte de su sobrino como una “ejecución”.