Presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, premio Nobel de la Paz 2016

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha sido galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2016 por sus esfuerzos en el proceso de paz acordado con la guerrilla de las FARC. El Comité Noruego del Nobel ha destacado del mandatario la “fortaleza” necesaria para afrontar la “tarea” del proceso de paz abierto con la guerrilla tras más de 50 años de conflicto. “Pese al voto en el referéndum”, ha manifestado la presidenta del comité, Kaci Kullmann Fiveen, en relación al rechazo en el plebiscito a los acuerdos alcanzados entre el Gobierno y la guerrilla, Santos ha contribuido siempre “al final del conflicto”. El plebiscito, con un voto negativo del 50,21% de los electores y una una abstención del 62%, se celebró el pasado 2 de octubre.

“Recibo este premio en nombre del pueblo colombiano que ha sufrido tanto esta guerra. Estoy agradecido y abrumado”, le ha dicho el mandatario en conversación telefónica a la organización del Nobel. “Estamos cerca de un acuerdo final, solamente tenemos que perserverar en esta etapa final por las víctimas de la guerra”. Santos ha afirmado que solo con la perseverancia se culminará el acuerdo. “Es un asunto de creer que no hay nada mejor que la paz, la que no han tenido tres generaciones de Colombia”. A las 7 de la mañana, hora de Colombia, habrá una declaración oficial del presidente desde Casa de Nariño, la residencia oficial. A esa misma hora, desde La Habana, mesa de las negociaciones, se espera un comunicado conjuntos de las delegaciones del Gobierno y las FARC allí reunidas.

El conflicto de Colombia, que con 52 años es el más largo del continente americano, ha causado la muerte de 220.000 personas, el desplazamiento de más de seis millones de personas y la desaparición de otras 45.000. Los cuatro años de negociaciones en La Habana, con Noruega como país facilitador, culminaron el 24 de agosto en un acuerdo de paz, que fue solemnemente firmado en Cartagena de Indias el 26 de septiembre por Santos y el jefe de la guerrilla, Rodrigo Londoño, alias Timochenko. Lo firmado, que ocupa 297 folios, fue sometido a referéndum el 2 de octubre.

El fallo, anunciado a las 11 de la mañana, hora peninsular española, y 4.20 de la madrugada, hora de Colombia, ha pillado al país americano aún dormido. El galardón no se esperaba. Han pasado cinco días desde que los colombianos decidieron rechazar los acuerdos de paz. El resultado se había considerado razón suficiente para asumir que la candidatura, que en un primer momento compartían el propio Santos, Rodrigo Londoño, y cinco víctimas, quedara relegada.

“El referéndum”, ha continuado la noruega Kullmann Fiveen, “no fue un voto contra la paz”. “Los que votaron no, no rechazaron el deseo de paz sino un acuerdo específico de paz”. Noruega, que alberga el comité que falla este galardón. “Ese resultado ha generado una gran incertidumbre sobre el futuro de Colombia. Hay un riesgo real de que el proceso de paz se paralice y de que estalle de nuevo la guerra civil, lo que hace todavía más importante que todas la partes, encabezadas por el presidente de Santos y el líder de la guerrilla de las FARC, Rodrigo Londoño, mantengan el respeto al alto el fuego”, recalcó la presidenta del comité.

Tanto Santos como Londoño han manifestado tras el referéndum su disposición a mantener el acuerdo. El presidente colombiano ha reunido ya a los principales responsables políticos, entre ellos a Álvaro Uribe, principal artífice del no al acuerdo.

En Colombia, la preocupación está en la nueva mesa de diálogo nacional que inauguraron el pasado miércoles el presidente Santos y el exmandatario Álvaro Uribe, principal opositor al proceso de paz. El Gobierno ha designado a tres delegados con el acompañamiento de varios ministros para que trabajen en comisiones con tres representantes del Centro Democrático liderado por Uribe.

En las calles, también ajenos a las deliberaciones del Nobel, los ciudadanos comenzaron el mismo miércoles a ejercer presión social con una gran marcha en 14 ciudades, que solo en Bogotá consiguió reunir a unas 100.000 personas. En el centro de la capital, en la plaza Bolívar, un grupo de ciudadanos acampa desde la noche de la manifestación pidiendo que los gobernantes no se levanten de la mesa en lo que ya se conoce como el Campamento por la Paz. “Recibimos la sorpresa con alegría y optimismo este mensaje de esperanza y solidaridad que nos ofrece la comunidad europea”, ha dicho una de sus representantes. “Invitamos a todos y todas a que se acerquen a la plaza de Bolívar a construir la paz”.

El Comité Noruego señaló además que el galardón es “un homenaje al pueblo colombiano que, a pesar de todos los abusos sufridos, no ha perdido la esperanza de lograr una paz justa y a todas las partes que han contribuido a este proceso de paz”. En esta ocasión se habían presentado 376 candidaturas, de las que 148 eran organizaciones y 228 eran personas. Se trata de una cifra récord, que supera a las 278 recibidas en 2014.

Además, el comité se mostró convencido de que Santos “ha acercado de forma significativa hacia una solución pacífica el sangriento conflicto” en su país y que ha sentado las bases para el desarme verificable de las FARC y un “proceso histórico de reconciliación y hermanamiento nacional”. “Sus esfuerzos para promover la paz cumplen por tanto los criterios y el espíritu de la voluntad de Alfred Nobel”, aseguró el comité. El premio, argumentó el jurado, trata de animar “a todos aquellos que tratan de lograr la paz, la reconciliación y la justicia en Colombia”.

Desde que se entregó por primera vez en 1901 se han concedido 96 galardones a un total de 129 premiados. En 2015, el Nobel de la Paz recayó en el Cuarteto Nacional de Diálogo de Túnez por su “contribución a construir una democracia plural” en el país tras la revolución de 2011. El Cuarteto estaba integrado por dos sindicatos, un colegio de abogados y la Liga Tunecina para la Defensa de los Derechos Humanos.

Información de: EL PAÍS