menos 20 personas murieron hoy, entre ellas varios peregrinos chiíes, y decenas más resultaron heridas por la explosión de tres bombas en Bagdad, dijeron la policía y fuentes médicas.
En el ataque más mortífero, 16 personas murieron cuando un suicida que conducía un vehículo hizo estallar la carga explosiva al paso de varios peregrinos en el cruce de caminos de Al Saidia y Al Daura, al sur de la capital iraquí.
Los fieles se dirigían a la ciudad de Al Kazemiya, al norte de Bagdad, para conmemorar la muerte del séptimo imán de los chiíes, Musa al Kazem, que vivió en el siglo VIII.
En otros hechos, explosivos colocados en un terreno en Tarmiya, unos 25 kilómetros al norte de Bagdad, dejaron dos muertos y seis heridos, mientras que el estallido de una bomba al lado del camino en Khalisa, una localidad 30 kilómetros al sur de la ciudad, provocó la muerte de una persona y dos heridos.
Nadie se adjudicó la responsabilidad por los atentados, pero el Estado Islámico habitualmente ataca a personal de seguridad y civiles chiíes, a quienes considera apóstatas.
La Policía y el Ejército han reforzado estos días sus medidas para garantizar la seguridad de las carreteras por las que transitan los peregrinos chiíes, provenientes de las provincias del sur de Irak.
Las celebraciones en honor del imán Musa al Kazem vivirán su punto álgido el martes.
Estos nuevos atentados se producen después de que ayer al menos 35 personas murieron y 73 resultaron heridas al estallar simultáneamente dos coches bomba en la ciudad de Samaua, 280 kilómetros al sur de Bagdad.
El sábado, la explosión de otro vehículo causó 24 muertos en un mercado popular para la venta de ganado en la zona de mayoría chií de Al Nahrauan, situada a las afueras de Bagdad.
El grupo terrorista Estado Islámico (EI), que proclamó en junio de 2014 un califato en las zonas de Irak y Siria bajo su control, asumió la autoría de estos dos atentados.
Fuente: Excélsior