El cereal de caja no es tan saludable: consejos y alternativas

Gracias a la publicidad y producto de una tradición heredada de países desarrollados, es común que desde muy jóvenes, los niños sean alimentados con cereales, pero no naturales, si no aquellos que vienen empaquetados y con azúcar y colorantes añadidos.

Aún cuando una gran mayoría de ellos se promocionan como un desayuno saludable y que aportará la energía necesaria para empezar el día, sobre todo dirigido a niños y niñas, la realidad es que “son de los productos menos saludables por la cantidad de azúcar, sodio y colorantes que contienen, además por su falta de fibra. Por lo tanto es importante ver el más allá de esta publicidad”, de acuerdo con información de la Alianza por la Salud Alimentaria.

Los expertos de dicha organización civil recomiendan tener cuidado cuando se está en el supermercado y se planea adquirir algún cereal pues son justo en los menos saludables en los que las empresas inviertan más capital para su promoción y se ayuda de personajes llamativos y promociones para enganchar al público.

Un estudio realizado por Enviromental Working Group (EWG), una organización de investigación sin fines de lucro ubicada en Estados unidos, realizó un estudio en 2011 en el que concluyó que existen algunos cereales empaquetados que tienen tanta azúcar como un pastelillo de postre.

Al rankear los peores productos de este tipo encontraron que en el número está Honey Smacks de Kellogg’s, marca líder en este sector, pues contiene casi 56 por ciento de azúcar en peso, y una sola taza de este cereal trae más de este endulzante que un pastelillo de la marca Twinkies.

Los siguientes en la lista cumplían con características similares, pues el estudio reveló que una taza de otros 44 cereales publicitados para consumo infantil contenían más azúcares que tres galletas Chips Ahoy!, es decir, con chispas de chocolates, tal como los Froot Loops, los Cheerios y otros más de la marca Quaker.

“La mayoría de los cereales para niños fracasan en el cumplimiento de las directrices voluntarias propuestas por el gobierno federal [de Estados Unidos]para los alimentos nutritivos suficientes para ser comercializados para este sector”, concluyó la ONG en su informe “Azúcar en los cereales infantiles”.

“El azúcar es el principal problema, pero además, muchos contienen mucho sodio, grasa o no la suficiente cantidad de granos enteros. La línea de fondo: La mayoría de los padres dicen ‘no al postre durante el desayuno’ pero muchos de los cereales para niños contienen tanta azúcar como un postre o hasta más”, continúan.

Así, la mejor recomendación para un desayuno nutritivo y saludable es muy simple de preparar: fruta fresca y cereales altos en fibra y bajos en azúcares, o aún mejor acompañar esta fruta con avena hecha en casa.

Organización Mundial de la Salud recomienda que el consumo de azúcares añadidos sea menor del 10 por ciento de las calorías consumidas en un día y recientemente hizo hincapié en que una reducción por debajo del cinco por ciento tendrá más beneficios para la salud.

“Para los niños esto equivale a un consumo menor de 19 gramos (cuatro cucharadas cafeteras) de azúcar al día y algunos cereales cubren del 50 al 100 por ciento de esta recomendación en una porción de 30 gramos”, señala la Alianza por la Salud.

Por ello, se recomienda a los padres de familia buscar un cereal que sea bajo en azúcar añadido, es decir, alrededor de 1.5 gramos por un porción de 30 gramos y sin edulcorantes.

También recomiendan no dejarse llevar por las declaraciones de nutrición que muchas veces contienen los paquetes de estos productos, como que han sido fortificados con minerales como calcio y vitaminas, pues la mejor forma de obtener estos beneficios es a través de frutas, verduras y granos enteros donde estos micronutrientes aparecen naturalmente, no son agregados.

Al igual que EWG, la Alianza, que conjunta un grupo de asociaciones en defensa de la salud y los derechos del consumidor, recomienda preparar el cereal en casa, por ejemplo mezclando un tazón de amaranto y/o avena, fruta de temporada y/o fruta seca y semillas (de pepita, chia y girasol).

A esta mezcla se le puede agregar yogurt sin azúcar añadido, leche de vaca o vegetal. “La fruta puede endulzar el cereal, pero también puedes añadir un poquito de miel o jugo de fruta hecho en casa”, aconsejan.

Asimismo existe la posibilidad de crear un cereal caliente con avena, un poco de leche de vaca o una leche vegetal (soya, almendras o nuez), un plátano, semillas y pasas.

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