Exhortan a cuidar los alimentos esta temporada

En esta temporada de calor los alimentos tienden a presentar una mayor peligro de descomposición, de tal manera que es importante mantenerlos en refrigeración, es por eso que la Secretaría de Salud exhorta a la población a tomar las medidas necesarias.

Debido a su naturaleza, éste tipo de gérmenes no cuentan con olor ni sabor, por lo que la Secretaría de Salud recomienda a la ciudadanía mantener precaución y comprar mariscos en los lugares que cuenten y demuestren los permisos de salubridad correspondientes, además de mantener la higiene en la preparación de los mismos.

Sin embargo, al ingerir alimentos contaminados, estos no reaccionan de manera inmediata en el organismo, sino que pasan por tiempo de incubación que puede ser desde una hasta 6 horas, según la bacteria o toxina que se aloja en el organismo.

Náuseas, dolor abdominal, vómitos, diarrea, fiebre, dolor de cabeza y fatiga son los principales síntomas de intoxicación, por lo que si usted, o un miembro de su familia presenta alguno o varios de estos padecimientos es recomendable acudir a la unidad de salud más cercana para su correcta atención médica, ya que la negligencia ante este tipo de situación puede originar graves daños para el organismo.

Así también la presencia de microorganismos como hongos y bacterias son las principales causas de la descomposición de los alimentos. La acción efectuada por estos organismos es visible con mucha sencillez, ya que la aparición de moho y esporas en la superficie de ciertos alimentos es una de las señales más evidentes de descomposición, sin contar el mal olor.

Es importante recordar también que hay ciertas condiciones que aceleran esta descomposición, como la luz, el oxígeno, la temperatura o la humedad. Por lo que a continuación se analizan las principales causas de descomposición de alimentos y qué medidas de prevención pueden aplicarse para evitarlo.

Para evitar que los alimentos se deterioren en menor tiempo es importante tomar en cuenta los factores que influyen en este proceso, como los microrganismos, el oxígeno, humedad, luz y por supuesto la temperatura a la que se encuentran, seguir ciertas pautas de almacenamiento y de manipulación, como revisar la temperatura del congelador y la nevera para que la temperatura sea la adecuada (el congelador debe estar a -18ºC y la refrigeración a unos 4ºC). Además, los alimentos deben colocarse en zonas concretas, ya que algunas verduras se estropean más si se almacenan a temperaturas demasiado bajas. Las carnes, en cambio, deben estar en la parte más fría porque necesitan temperaturas más bajas.

Ante cualquier problema de salud o síntoma de haber ingerido alimentos, acudir inmediatamente al Centro de Salud más cercano y dar a conocer al médico las características de lo que se consumió.