Una oportuna llamada a la línea de emergencias 9-1-1 evitó la extorsión de la cual estuvo a punto de ser objeto una mujer, madre de familia a quien con engaños le pidieron acudir al banco más cercano y depositar 50 mil pesos para poder liberar a un familiar que supuestamente le tenían secuestrado.
Como pudo, la señora reunió los 50 mil que le pidieron y acudió al área de banco de una tienda departamental de la avenida Pacheco y Fuentes Mares, lugar en que una de las cajeras notó el estado de angustia en que se encontraba y tras dialogar con ella decidió hacerlo del conocimiento de sus superiores.
La jefa inmediata de la cajera calmó a la mujer y solicitó de inmediato la presencia de la Policía Municipal para enterarlos de la situación y saber si se trataba de una situación real o ficticia, pues hay delincuentes que siguen operando vía telefónica a cientos de kilómetros de distancia tratando de extorsionar gente al azar con varios argumentos, uno de ellos el secuestro no real de familiares.
La madre de familia fue conminada por los agentes a no realizar el depósito y compartir tanto el número de cuenta como los números telefónicos de donde se comunicaron, para denunciar ante la Fiscalía General del Estado, cuyos agentes también arrobaron al lugar a hacerse cargo de la situación.
Igualmente, los elementos felicitaron al personal de la citada institución departamental porque con su apoyo frustraron el golpe que pretendía dar la delincuencia que opera por teléfono desde otros estados.
Ya antes en un evento similar, los elementos municipales se habían movilizado en un gran operativo por toda la ciudad para ubicar a un jovencito de 14 años, a quien con engaños un sujeto desconocido le realizó una llamada, lo hizo salir de su vivienda y dirigirse a un cibercafé cercano acusándolo de haber realizado una llamada a la policía y debían revisar el chip de su celular para estar seguros que de ese número no se había efectuado el reporte.
Sin notificar a sus padres, el menor salió de su casa rumbo al ciber, manteniendo en todo momento comunicación con el delincuente que le marcó, mientras que de otro número llamaron a sus padres para decirles que tenían secuestrado al hijo y debían depositar 20 mil pesos para liberarlo.
Los señores depositaron la cantidad pero luego perdieron comunicación con los supuestos secuestradores y fue cuando pidieron la intervención de la policía municipal para localizar a su hijo, pues temían no volver a verlo o que le hubieran hecho algún daño.
Los datos del menor fueron entregados vía radio a todos los agentes que en ese momento se encontraban en turno, fue así que un agente localizó a un menor parado afuera del citado centro de cómputo público y al cuestionarlo respondió que estaba “esperando que una persona llegara para entregarle el chip de su teléfono”, como le habían ordenado los delincuentes.
Una vez identificado el menor, los agentes le brindaron seguridad y lo llevaron con sus padres, quienes fueron citados en el Departamento de Trabajo Social de la DSPM para recibir orientación sobre la forma de evitar este tipo de incidentes y otros más con su hijo, mediante la comunicación constante.
Ante la tardanza del reporte hecho al 9-1-1 no se pudo evitar el depósito de los 20 mil pesos, no obstante, se compartieron números de cuenta y telefónicos con agentes especializados de la Fiscalía General del Estado, quienes por todos los medios a su alcance intentaban el cobro de la cantidad bloqueando la transacción.
En este sentido, la Policía Municipal lanza un exhorto a los ciudadanos que reciban este tipo de llamadas para evitar despojo de su dinero haciendo el reporte inmediato al 9-1-1-