En los últimos seis años, la Policía Federal (PF), que depende de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), tiene el registro de la muerte en el cumplimiento del deber de 362 elementos y 816 heridos, según informó Excélsior.
De acuerdo con una respuesta a una solicitud de acceso a la información, la Policía Federal señala que en seis entidades del país se concentra el mayor número de bajas, siendo Michoacán, con 67, el que registra el mayor número, seguido de Chihuahua, con 38; Estado de México, con 32; Ciudad de México, con 28; Tamaulipas, con 24, y Guerrero, con 20.
En Jalisco se contabilizan diez muertes, al igual que en Durango, en Nuevo León 14, en Coahuila 13, en Veracruz ocho, en Zacatecas 12 y en san Luis Potosí cinco.
Mientras que el año en el que más decesos se dieron fue en 2010, cuando se contabilizan 110 muertes, mientras que en 2012 se registraron 60.
En cuanto a los lesionados, de 2012 a 2015 se tiene el mayor número de casos, cuando se dieron 663 de los 816 heridos; siendo 2015 cuando más incidentes se presentaron, con un total de 193, seguido de 2012, con 188, en 2013 fueron 148 y 134 en 2014.
Al igual que en el caso de los decesos, la mayoría de los incidentes donde resultan heridos los elementos federales es en el estado de Michoacán, donde hubo en el periodo de referencia 196 de los más de 800 lesionados.
Entre los lesionados destacan 30 mujeres, mientras que en los fallecidos se cuentan 11, de acuerdo con cifras de la propia PF.
Un dato que destaca es que las bajas en el cumplimiento del deber aumentaron a partir del inicio de la administración de Felipe Calderón, quien declaró la guerra al crimen organizado, precisamente en Michoacán, y es que de 2006 al 2009 sólo hubo registro de 151 muertes; una en 2006, 11 en 2007, 63 en 2008 y 76 en 2009.
Este 2016 se cumplieron siete años del secuestro, tortura y asesinato de una docena de elementos de la Policía Federal que trabajaban encubiertos en Michoacán haciendo trabajo de inteligencia para debilitar a la organización criminal de La Familia Michoacana, liderada por Servando Gómez, alias LaTuta, en el que se consideró el primer y más grave ataque de este sujeto.
Los cuerpos de los jóvenes policías fueron abandonados en un paraje de La Huacana, con signos de tortura.
La Policía Federal perdió en seis años a 30 elementos que fueron asesinados o desaparecidos en la zona de influencia de La Tuta y detuvo a mil 500 integrantes de la organización criminal de Los Caballeros Templarios, hasta la detención del narcotraficante, con lo que terminó una época de crimen violencia e impunidad en Michoacán.
Pero los integrantes de la Policía Federal no sólo han perdido la vida combatiendo al crimen, también lo ha hecho salvando vidas, como ocurrió en la comunidad de la Pintada, en Guerrero, donde perdió la vida la tripulación del helicóptero black hawk, que cayó mientras realizaba labores de rescate, tras el embate de los huracanes Ingrid y Manuel en 2013, en Guerrero.
Se trata de los elementos capitán, comisario, Enrique Briseño Martínez, piloto; Desiderio Rosado Zárate, subinspector y copiloto; José Ramón Peláez Prado, técnico mecánico; y los policías terceros Julio César Zarco Castro e Isaac Escobar Bustamante, quienes recibieron de manera póstuma el Premio Nacional de Protección Civil.
Las familias de los elementos caídos reciben los apoyos de pensión del ISSSTE, pago de marcha, seguro de vida, seguro de separación individualizado, seguro de gastos médicos mayores, ayuda educativa que garanticen los estudios de sus hijos hasta el nivel de educación media superior, y un apoyo económico único que permita a los hijos de los elementos caídos contar con recursos.