Las personas que dicen groserías son más felices y pueden alcanzar altos niveles de confianza. De acuerdo con un estudio de Richard Stephens, psicólogo de la Universidad de Keele, quienes maldicen de forma constante se sienten con mayor libertad. La investigación se concentró en un grupo de 67 universitarios a los que se les pidió …
Decir groserías te hace más feliz: Estudio
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