Hace 15 años la tecnología touch era una posibilidad remota e incluso inimaginable. No obstante, el desarrollo de la última década del siglo XX no permitía que alguien adivinara que, apenas unos años después, los botones irían desapareciendo poco a poco de la mayoría de los aparatos electrónicos. Sin embargo, así fue y ahora las pantallas táctiles se han vuelto habituales en nuestra vida. Pero, ¿es este el máximo provecho que podemos obtener de la tecnología táctil?
Nuestros teléfonos inteligentes y tablets pueden ser capaces de mostrarnos como se ven y suenan las cosas, pero con sus pantallas plano, no hay manera de que los gadgets actuales puedan indicar como se siente algo. Son varias las opciones a futuro que se manejan desde ahora, aunque las posibilidades aún siguen pareciendo sueños guajiros. Sin embargo, no puede dejarse de lado la importancia de la háptica y su inclusión en las innovaciones tecnológicas.
“Carecemos cada vez más de la experiencia del contacto humano, esa forma crucial de pegamento social. Incluso el contacto social incidental es crucial. Conecta a las personas en la comunidad y en el lugar de trabajo, fomenta las emociones de gratitud, simpatía y confianza”, dice al respecto David J. Linden, profesor de neurociencia para la Escuela de Medicina en la Universidad Johns Hopkins, haciendo además hincapié en la importancia del sentido del tacto.
Y no se sólo es el toque humano lo que está faltando en línea. Los científicos sociales han demostrado que la manera en ciertos objetos se sienten tiene una gran influencia en las decisiones de compra y que los consumidores prefieren elegir sus compras con los vendedores que permiten que sus productos sean tocados. Este es un efecto particularmente fuerte para los productos que entran en contacto con el cuerpo como los zapatos, ropa de cama, ropa y cosméticos”, agrega.
La háptica está relacionada con la ciencia del tacto y, al igual que en otras modalidades sensoriales, el tacto es fundamental para el aprendizaje y la adaptación a los ambientes circundantes. El sistema háptico de un humano es responsable de la percepción de las vibraciones, las texturas, el cumplimiento, el peso, la resistencia, el calor, el frío, las descargas eléctricas, el dolor, la picazón, el vértigo, el equilibrio, la aceleración, la presión, la gravedad y la propiocepción (la capacidad de sentir la posición relativa de partes corporales).
Sin embargo, también se trata de un aspecto fundamental para el uso de la tecnología y, sobre todo, para las interacciones del usuario, dice Ali Israr, ingeniero e investigador de háptica, quien explica la importancia de esta ciencia. “También tiene una fuerte influencia en la comunicación social, afectiva e interpersonal. A diferencia de otros sistemas sensoriales, el sistema háptico utiliza todo el cuerpo humano y se caracterizan por los modos activos y pasivos”, dice.
Israr es uno de los principales investigadores que tratan de llevar la háptica al siguiente nivel. Él junto con otros investigadores de Disney Research, en Pittsburgh comenzaron a desarrollar en 2013 un sistema que permite que los dedos de los usuarios sientan un golpe simulado a través de una pantalla plana, que corresponda a un relieve en la imagen mostrada.
Comúnmente, cuando sentimos un accidente al deslizar nuestro dedo sobre una superficie lisa, lo hacemos porque el aumento de la fricción creada por el relieve hace que la piel en nuestro dedo se estire ligeramente.
Con el fin de simular esta sensación, el equipo de Disney utiliza una pantalla conductora en que las fuerzas electrostáticas entre el dedo y el vidrio puedan ser moduladas mediante la aplicación de más o menos voltaje a la pantalla. Al mismo tiempo, un algoritmo mantiene un registro de la ubicación y la velocidad de la punta del dedo móvil del usuario y ajusta las “electrovibraciones” para que coincidan con el detalle de la parte de la imagen que está siendo tocada. Sin embargo, para que esto funcione, las imágenes deben ser modelos en 3D o producto de exploraciones realizadas con sensores de profundidad como el Kinect, de manera que el algoritmo pueda tener datos de profundidad con los cuales trabajar.
UN VISTAZO AL FUTURO
Mientras investigadores como Israr siguen esforzando por crear una sensación más real al momento de tocar los gadgets cotidianos, otros, como la ingeniera Allison Okamura y su equipo del Laboratorio de Haptica Colaborativa y Robótica en Medicina de la Universidad Stanford, están construyendo dispositivos táctiles que no sólo serán capaces de sintetizar la textura y la forma de los objetos, sino que también reaccionan a los movimientos del usuario para dar una sensación de peso o deformación.
Por supuesto, estas innovaciones abren un complejo panorama de aplicaciones, aunque de momento estos dispositivos estén pensados inicialmente para ser usados en aplicaciones como la cirugía robótica, con lo que permitirán al cirujano la sensación de contacto con el tejido con el extremo de la herramienta quirúrgica. No obstante, se espera que pronto lleguen a un mercado más amplio.
De igual manera, en un guiño al futuro, Apple Inc. ha emitido una serie de patentes en Estados Unidos, dentro de los que se incluye el Nº 8.378.797, un “Método y aparato para la localización de la retroalimentación háptica”, dio a conocer Wired.
Este sistema permitiría la entrega localizada de una vibración a un punto en una pantalla táctil, con el fin de producir una sensación más natural de escritura. Sin embargo, esta señal de vibración cruda es sólo el primer paso. Hay toda una serie de tecnologías en desarrollo que pueden reproducir contacto sintético con una fidelidad incrementada. así, la forma local y la textura se pueden visualizar utilizando una matriz de puntos activados por señales eléctricas que se mueven hacia arriba y hacia abajo o de lado a lado. Estos movimientos pequeños pueden lograrse utilizando diversas tecnologías de accionadores que existen hoy en día, incluyendo aleaciones de memoria de forma, dispositivos neumáticos, sistemas microelectromecánicos y elementos piezoeléctricos.
Fundamentalmente, estos dispositivos de accionamiento son muy rápidos para responder dinámicamente a la exploración del usuario. Dependiendo de la aplicación, estos puntos móviles pueden ser cubiertos con una membrana elástica fina para crear un contacto suave con la piel. Las matrices de puntos controlados dinámicamente que forman una pantalla táctil pueden bien encontrarse en una superficie plana, como actualmente ocurre con las pantallas táctiles, lo que permite que la exploración táctil del usuario. De igual manera, pueden ser incrustados en un mecanismo de rodillos y escaneado sobre la yema del dedo.
Sin embargo, otra pantalla táctil en fase de desarrollo, que puede incluso ser capaz de transmitir sensaciones más sutiles, utiliza una matriz de electrodos de superficie pequeños para pasar corrientes eléctricas minúsculas en la piel y de ese modo activar las terminaciones nerviosas artificialmente.
Así que cuando en el futuro alguien utilice su iPhone 12, Galaxy S10 o cualquiera que pueda ser el smartphone de moda, será posible que pueda proporcionar una sensación de tacto sintético con tal fidelidad que la información obtenida podrá ser utilizada para otro tipo de interacción. Incluso, más adelante, podría ser posible incluir este tipo de tecnología en la misma ropa, por ejemplo.
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