Un equipo multinacional de investigadores ha analizado la relación entre estado de ánimo, ejercicio físico y riesgo de padecer un ataque cardíaco. En un reciente estudio los científicos han llegado a la conclusión de que liberar una presión emocional a través de un ejercicio intenso casi triplica el riesgo de sufrir un ataque al corazón durante la hora posterior al entrenamiento, informa el británico ‘The Independent’. También han determinado que un mal temperamento más que duplica el riesgo de padecer un colapso cardíaco.
Para realizar el trabajo los investigadores analizaron 12.461 pacientes con 58 años de edad media y procedentes de de 52 países que completaron un cuestionario sobre el tipo de actividades que habían realizado una hora antes de sufrir un ataque cardíaco. Los resultados mostraron que el 14% (1.650 personas) habían realizado una actividad física mientras que el 14% (1.752 personas) estaban enojadas o emocionalmente alteradas antes de padecer el colapso.
Los científicos recomiendan que “un individuo que esté enojado o molesto y se proponga hacer ejercicio para despejar la mente no vaya más allá de su rutina normal” y evite una “actividad extrema”.
Por otra parte, el estudio recuerda que la actividad física regular tiene muchos beneficios para la salud, incluida la prevención de las enfermedades del corazón. A juicio de los expertos, lo necesario es mantener el equilibrio físico y mental.
“Un exceso de ira en condiciones inadecuadas puede provocar un ataque al corazón que ponga nuestra vida en peligro. Tenemos que cuidar nuestra salud mental y evitar perder los estribos”, concluyen los investigadores.
Fuente: RT